Para Monod no tiene sentido la pregunta acerca de la diferencia cuantitativa o cualitativa entre el cerebro humano y el cerebro artificial:
“Nada permite suponer que las interacciones elementales sean de diferente naturaleza a diferentes niveles de interacción. Si hay un caso en el que sea aplicable la primera ley de la dialéctica, con seguridad es éste (160).
Supongo que la primera ley de la dialéctica es la de la transformación de lo cuantitativo en cualitativo. Si entiendo bien, lo que Monod quiere decir es que dependiendo del grado de complejidad de las funciones primordiales del cerebro, el animal es capaz de ciertas cosas, y que la capacidad cognitiva se da a partir de cierto grado de complejidad, mientras que la experiencia subjetiva se produce cuando se da el grado más elevado de complejidad.
Monod enumera 5 grados, el cuarto y el quinto traen consigo funciones cognitivas, y son propias de los vertebrados superiores.
Sobre este interesante argumento, ver las páginas 160 y siguientes.
2023- Diciembre
La primera ley de la Dialéctica marxista es en efecto la de la conversión de la cantidad en calidad. Es un planteamiento interesante en ciertos terrenos, aunque es un error considerarlo un dogma absoluto. Creo que ni siquiera deberíamos hablar de ley. Es más bien una consecuencia que se puede observar en ciertas situaciones. Una de esas situaciones es, en opinión de Monod, el terreno de la inteligencia artificial, en el que una acumulación de capacidad de calculo y registro puede dar lugar a un cambio cualitativo. En su opinión, si no me equivoco, eso sucede con el cerebro humano y podría suceder también con la Inteligencia Artificial cuando se acerque o iguale las capacidades del cerebro humano, como así parece estar sucediendo. Esa primera ley o fenómeno lo he aplicado en alguna ocasión al terreno del lenguaje y la gramática, y es la razón por la que no creo que sea necesaria la gramática innata de Chomsky, sino que la capacidad gramática del ser humano es resultado de las inmensas capacidades del cerebro. En definitiva, no es necesario que tengamos una especie de libro con reglas gramaticales para poder manejar la gramática, del mismo modo que no hace falta tener un manual de reglas arquitectónicas para que podamos diseñar y construir edificios. Ahora, al consultar El azar y la necesidad, podría añadir que para el uso de la gramática probablemente basta con las funciones del sistema nervioso central que enumera Monod. En especial con el grado 4 y 5, las funciones cognitivas, sustentadas, eso sí, en los tres grados, comunes a organismos inferiores, como los artrópodos. Y en especial el grado 3.
Funciones del sistema nervioso central según Jacques Monod El mismo refinamiento de las funciones cognitivas en el hombre, y la propagación de las aplicaciones que de ellas hace, enmascaran las funciones primordiales que llenan el cerebro de la serie animal (comprendido el hombre). Quizá se pueda enumerar y definir estas funciones primordiales de la manera siguiente:
1. Asegurar el pedido y la coordinación central de la actividad neuromotriz en función, principalmente, de las correspondencias sensoriales; 2. contener, en forma de circuitos genéticamente determinados, programas de acción más o menos complejos; liberarlos en función de estímulos particulares; 3. analizar, filtrar e integrar las correspondencias sensoriales para construir una representación del mundo exterior adaptada a las performances específicas del animal; 4. registrar los acontecimientos que (teniendo en cuenta la gama de performances específicas) son significativos, agruparlos en clases, según sus analogías; asociar estas clases según las relaciones (de coincidencia o de sucesión) de los acontecimientos que las constituyen; enriquecer, refinar y diversificar los programas innatos incluyendo estas experiencias; 5. imaginar, es decir representar y simular acontecimientos exteriores, o programas de acción del mismo animal
Inteligencia Artificial y psicología
Escribí estas notas o comentarios durante un seminario organizado en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, dedicado a la Psicología Cognitiva, en el que participé en 1991. Los comentarios actuales aparecen con su fecha correspondiente.
Podemos distinguir de dos maneras los entes artificiales de los naturales.
Primero, atendiendo a las características que señala Monod: teleonomía, morfogénesis autónoma e invariancia reproductiva.
Segundo, o bien de una manera más simplista: entes artificiales son aquellos fabricados por el hombre.