Zhuang zi, un libro inagotable
Zhuangzi es el nombre de uno de los libros chinos más importantes y conocidos.
El Zhuangzi es una delicia inagotable, una maravilla llena de ingenio, sorpresas y humor, que mejora a cada lectura. Los expertos aseguran que el autor que da nombre al libro sólo escribió los siete primeros capítulos de un total de treinta y tres, los llamados capítulos interiores, pero se pueden encontrar muchas cosas interesantes en los otros capítulos, a menudo menospreciados.
Hasta hace poco, este libro era traducido al español como “Chuang Tse” o “Chuang Tzu”.
Ahora se prefiere escribir Zhuangzi, siguiendo las normas aprobadas por la República Popular China que dictaminan cómo convertir al alfabeto latino los caracteres chinos. Es la llamada transcripción pinyin. A pesar de que se escribe distinto, se pronuncia muy parecido, pues ‘zh’ en pinyin equivale a ‘ch’ y, por tanto, Zhuang se pronuncia Chuang.
Se considera que el Zhuangzi es el segundo libro taoísta más importante, por detrás tan sólo del Lao Zi (antes conocido como Lao Tse o Tao te King), es decir, el Libro del Tao (Dao De Jing).
Ya se verá en esta lectura mía del Zhuangzi, que persisten muchas dudas acerca de la relación entre los dos grandes libros taoístas, hasta el punto de que se ha llegado a pensar que el Zhuangzi ni siquiera es un libro taoísta. Aunque parezca asombroso, las fuentes o textos originales más antiguos del taoísmo se han descubierto en los últimos años y todavía se están traduciendo algunos, así que se esperan grandes sorpresas, que tal vez cambiarán la manera tradicional de entender esos libros.
¿Quién era el maestro Zhuang?
El título Zhuangzi quiere decir “Maestro Zhuang”.
Se supone que el maestro Zhuang fue quien escribió el libro, o al menos los primeros siete capítulos, y por eso se conoce con el nombre de su autor. Lo mismo sucede con el Sunzi (Sun Tzu), el Mozi y el Laozi (Lao Tse). Creo que existe algún libro español coocido por el nombre de su autor, pero no consigo recordarlo. El único ejemplo semejante que me viene a la memoria son libros de economía, como Fundamentos del análisis económico, de paul Samuelson, que en realidad no se llama así, aunque los estudiantes lo conocen sencillamente como “el Samuelson”
En realidad, Zhuang es el apellido, porque el nombre de este personaje era Zhou.
En cuanto a “zi” quiere decir “maestro”. Lao Zi significa “maestro Lao”, Kung Zi (Confucio) “maestro Kung”, y Zhuang zi “maestro Zhuang”.
Parece seguro que el maestro Zhuang existió, algo que no se puede afirmar de Lao zi. Se cree que nació en -369 o -365 en Meng, pero los estudiosos ni siquiera están seguros de a qué lugar exacto corresponde ese lugar llamado Meng. Se supone que murió hacia el año -290.
No estoy seguro de si este título de maestro lo tuvieron todos estos personajes ya en vida o si se trata de un añadido como el “San” o “Santo” de la iglesia cristiana. Personalmente, cuando me refiero a San Agustín, prefiero decir Agustín de Hipona, puesto que él nunca se llamó San Agustín mientras vivió. No me gustan los títulos honoríficos y tampoco se me ocurriría decir “Sir Bertrand Russell”, aunque Russell recibió ese título cuando todavía estaba vivo. Esta es una de mis pequeñas radicalidades inocentes, que llevo al extremo de no apreciar tampoco el tratamiento de “usted”, tal vez porque leí un ensayo de Voltaire sobre los cuáqueros en el que se explicaba por qué los cuáqueros no trataban de usted ni al rey de Inglaterra.
Según contaba Voltaire, los cuáqueros argumentaban su rechazo al “usted” con este argumento: si sabemos que los discípulos de Jesucristo se dirigían a su maestro (que se supone era el propio Dios), tratándolo de “tú”, ¿quién era el rey de Inglaterra para merecer un tratamiento más elevado? Todos somos hermanos en Cristo y nadie merece un título ni un tratamiento que él propio Dios no tuvo.
Aunque no soy cristiano, el argumento de los cuáqueros me gustó, porque es cierto que es una delicia descubrir en los Evangelios cristianos, pero también en los Diálogos de Platón y los textos griegos y romanos, que todo el mundo se trata de tú con naturalidad. El tratamiento de “usted” no me parece una muestra de respeto, sino de temor y de distancia, o una herencia de virtudes jerárquicas como la fidelidad (he dedicado un ensayo a refutar que la fidelidad sea una virtud: Elogio de la infidelidad). Ya sé que algunos usan el “usted” con sus amantes, como una pequeña perversión: “abra usted las piernas”, “bájese usted los pantalones”. Mientras se trate tan sólo de una pequeña perversión inocente (valga el oxímoron) no veo nada malo, porque me gustan las pequeñas perversiones. Pequeños vicios, grandes virtudes.
Otro tratamiento respetuoso que no me gusta es el “Don”, que acostumbran aplicarse entre sí los tertulianos de la radio y que, bajo la apariencia de respeto hacia el oponente, suele marcar una distancia infranqueable, o la incapacidad de hablar al interlocutor como quien habla a un amigo o a una persona a la que de verdad respeta. Tras la exagerada cortesía de quienes se tratan así, casi siempre se puede detectar el desprecio que se profesan unos a otros y la impaciencia con la que afrontan el tener que escuchar sus réplicas. Pero quizá me equivoco.
¿Por qué un comentario al Zhuangzi?
El Zhuangzi es inabarcable. Me ha influido mucho, pero pocas veces he escrito acerca de él, tal vez por lo difícil que es acercarse a una obra tan repleta de cosas interesantes. Lo haré ahora, con pequeños textos que espero me permitan mostrar el Zhuangzi tal como yo lo veo, lo que será también como mostrarme yo mismo, puesto que es uno de esos autores que no sólo mejora al lector, sino que a menudo es creado o re-creado por cada lector. Otro es Shakespeare.
Tras escribir lo anterior, he leído un libro de Jean François Billeter, en el que propone una lectura diferente a la tradicional del Zhuangzi, con la insólita pretensión de entender lo que dice, cosa a la que, al parecer, renuncian los especialistas. A esa pretensión de Billeter añado otra, que él también adopta de vez en cuando: opinar si Zhuang zi tiene razón en lo que dice.
Los aficionados a la filosofía casi siempre se muestran muy preocupados acerca de si un filósofo dijo esto o lo otro, de si una teoría se debe entender de esta o de aquella manera, de cuáles son las diferencias entre el primer Wittgenstein y el segundo Wittgenstein, pero casi nunca se preguntan si lo que dicen los filósofos es cierto o no, dudoso o no, falso o no, como si eso fuese algo ajeno a la filosofía. Curiosa actitud.
En definitiva, este será un comentario muy libre al Zhuangzi.
Traducciones del Zhuangzi
Conviene leer primero el fragmento original del Zhuangzi, y tan sólo después mi comentario. En cada capítulo ofreceré una traducción de los pasajes comentados, pero no siempre elegiré la misma versión. Tal vez incluso haga una traducción de traducciones, es decir, una traducción basada en la comparación de las mejores traducciones en español, francés, ingles o italiano. Lamentablemente, no en chino. No voy a argumentar aquí las virtudes y desventajas de es tipo de traducción.
Existen diversas traducciones del Zhuangzi en castellano. Aquí seguiré principalmente las realizadas por Iñaki Ignacio Ydoeta, Carmelo Elorduy o Alex Ferrara, así como la traducción de los capítulos interiores (los siete primeros libros) realizada por Pilar González España y Jean Claude Pastor-Ferrer: Los capítulos interiores. Todos estos materiales se referencian en Bibliografía.
Si no tienes ninguna traducción del Zhuangzi, puedes encontrar alguna en Internet. Por ejemplo, la de Alex Ferrara, que no es directa del chino, sino que se basa en la traducción inglesa de Burton Watson: en Chuang Tzu.
Mi lectura del Zhuangzi es un documento de trabajo, por lo que habrá muchos errores que iré corrigiendo poco a poco.
Las comparaciones científicas que a veces establezco no tienen como objetivo dotar al Zhuangzi de rigor científico o demostrar que coincide con las últimas teorías de la física o la biología. Se utilizan tan sólo para hacer los argumentos más fácilmente comprensibles por vía de comparación.
Publicado por primera vez el 19 de julio de 2011
Más información acerca de personajes, lugares y conceptos en Enciclopedia del Zhuangzi
Paseos dispersos con el Zhuangzi
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20 Comments
Matías Magliolini
Hola Daniel. Estuve navegando en tu página y me
pareció bastante bueno el trabajo que estas haciendo
sobre el Chuang Tzu.
(25 de febrero de 2005)
Beatriz Zarazaga
Daniel, muchas gracias por hacerme conocer el Zhuang Zi!.
Ha sido un descanso después de tanto ruido:
No sólo los ojos enceguecen,
no sólo ensordecen los oídos.
Ojalá continúes con tus comentarios.
Saludos.
(lunes, 08 de junio de 2009)
Eduardo
“Los expertos en filosofía casi siempre parecen muy preocupados acerca de si el filósofo en cuestión dijo esto o lo otro, de si esta teoría se debe entender así o asá, o acerca de cuales son las diferencias entre el primer Wittgenstein y el segundo Wittgenstein, pero casi nunca se preguntan si lo que dicen los filósofos es cierto o no, dudoso o no, falso o no, como si eso fuese algo ajeno a la filosofía. Curiosa actitud.”
Es que,a lo mejor,la tarea de la filosofia hoy,no es esa,sino la
propiamente hermeneutica.
Entonces,en el caso de un zhuangzi, la cuestion no es si esta en lo cierto o no, sino de ver que hay ahi, si es que podemos reconocerlo,claro, debido a la distancia que nos separa de él.
jueves, 10 de julio de 2008,
Manuel Díaz Acero
Daniel, muchas gracias.
(viernes, 13 de junio de 2008)
José Luis Ramírez
La palabra (o incluso la raíz semántica) es el signo de una impresión que nos produce la presencia o entendimiento de algo. A eso denominamos concpeto, que no es una representación o visíón mental de algo, sino nuestra manera de entenderlo, que a menudo se basa más en la función que en la forma. Un ser humano del medieco no entendería lo que es un buzón de correos. Lo mismo que gente de 80 años no entiende lo que es un ordenador. Sólamente cuando algo entra como instrumento en nuestra vida lo entendemos. La naturaleza nos deja perplejos porque nos muestra muchas cosas a las que damos nombre sin entenderlas bien. Vico decía que “el ser humano sólo pued entender lo que él mismo ha creado,lo demás sólo lo entiende Dios”. Kant se planetó el problema diciendo que la cosa en sí no es accesible a nuestro conocimiento. Muchos le han criticado p! or esa opinión. Pero es correcta. Recibo una impresión y eso me hace crear un concepto en mi mente al que puedo añadir signos lingüísticos (sacados de semejanzas o asociaciones con otras impresiones anteriores – metáfora o metonimia). Per, como decía Berkeley lo que llamamos ser es el “ser para nosotros”, el ser concebido, no el ser en sí, que no es cognoscitivamente ajeno.
(viernes, 02 de abril de 2010)
Aitziber
Gracias Daniel, Te recomiendo un autor Gaston Bachelard (La poètica del espacio) que desde otra sensibilidad habla sobre este relativismo que plantea Zhuangzi y la dialetica entre contrarios.
(miércoles, 26 de enero de 2011)
danieltubau
Gracias a ti, Aitziber. He leído algunas cosas de Bachelard, epro no el ensayo que mencionas. Lo haré. Saludos
(domingo, 20 de marzo de 2011)
Sergio
Me ha encantado el desarrollo de tu ensayo, sólo quiero incitarte a trabajar en la conclusión del Zhuang zi.
(domingo, 20 de marzo de 2011)
danieltubau
Me alegro de que te haya gustado Sergio, y sí que me anima a continuar el ensayo tu comentario, lo que haré en breve. Ahora bien, llegar a terminarlo creo que será difícil, probablemente imposible. Pero cada comentario me hace regresar a él y ampliarlo, porque es una cosa tan personal que suelo dudar de que interese a alguien. Un abrazo
(como ha llegado tu mensaje sextuplicado -¿para animarme más?- borraré cinco de las copias)
(20 de marzo de 2011)
Vladimir
Me encanta lo que has escrito tienes un gran talento y un muy buen conocimiento de Zhuang Zi. Ahora me encuentro en Taiwan estudiando tanto cultura como lengua china y tus ideas me han ayudado a entender mejor este texto y el Taoismo en general. Sigue adelante que lo llevas muy bien, saludos.
(sábado, 04 de junio de 2011)
Miguel Angel Villafuerte Kanemoto
Estimado Daniel:
Te felicito y a la vez te agradezco por tu página Web en la que difundes el libro Zhuang Zi.
Jimmy Rodriguez
Hola Daniel..
Estoy interesado en saber màs sobre el Zhuang Zi, me gustaría que me enviaras por favor
algunos textos…
Te lo agradezco mucho…
Atentamente,
Manuel Rivera
Daniel, tu página esta muy buena, concuerdo contigo respecto a las olímpicas pérdidas de tiempo de la filosofía occidental, pero gracias a eso sabemos valorar joyas sapienciales como el Zhuangzi. Bueno,sigue con este proyecto, no cejes, porque traducciones del Zhuangzi al español en internet, hay poquísimas, por no decir ni una salvo la tuya. Hay otras más impresas pero nunca tantas como en inglés, por ejemplo, lo que es una verdadera lástima. Bueno, adios y que estés muy bien.
(1 de enero de 2006)
Daniel Tubau
En una revisión del texto eliminé un párrafo acerca del tratamiento de “usted”, que copio aquí:
“Ya sé que algunos usan el “usted” incluso con sus amantes, como una pequeña perversión: “Abra usted las piernas”, “bájese usted los pantalones”. Simone de Beauvoir y Sartre lo mantenían incluso en los momentos más íntimos según parece, pero para mí su historia de amor no es un ejemplo, sino más bien lo contrario y creo, pero esto es meterme bajo sábanas ajenas, que ese “usted” era una más de sus técnicas pretenciosas y elitistas, tan poco naturales, tan forzadas, tan hechas para el espectáculo, incluso el de sí mismos, entregándose sin entregarse nunca.”
Daniel Tubau
He encontrado este comentario sobre Oscar Wilde y el Zhungzi, que también eliminé o perdí:
“Zhuang Zi y Wilde
Me ha sorprendido, y ha sido una agradable sorpresa, descubrir que Oscar Wilde conocía a Zhuang Zi. Como soy un desmemoriado, quizá ya lo sabía, pero ahora lo he redescubierto y eso me permite afirmar que Wilde debe sin duda mucho de su humor paradójico a Zhuang Zi. No resulta ahora tan extraño lo que dice Wilde si sabemos qué el sabía qué decía Zhuang Zi.”
Federico
Pues yo he entrado a leer algo sobre el libro y me he encontrado con impresiones del ensayista. Cuando he leído eso de hablar de “tú” a Jesús, el mismo dios y no sé qué de hermanos en Cristo, me he dicho que ya era suficiente, que cómo se puede comentar un libro con objetividad cuando se llama a un ser humano dios. Así que me vuelvo a Google a buscar el texto y no los comentarios de alguien que cree que una persona puede ser el Creador
danieltubau
Federico, o yo me he explicado mal o tu lectura ha sido muy apresurada.
Lo aclaro por si acaso: son los apóstoles los que tratán de “tú” a Jesucristo. El argumento es el siguiente: si ni el propio Jesucristo quiere que le traten de “usted”, ¿quién es el rey de Inglaterra para merecer ese tratamiento u otros todavía más exagerados?
En cuanto a eso de “nosequé de los hermanos en Cristo”, no sé si es que no eres cristiano ,y por ello conoces poco de esa religión, o es que eres un cristiano con poco conocimiento de su propia religión, porque eso lo dice el propio Jesucristo:
“Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”.
Es decir, por si tampoco así queda suficientemente claro: todos los cristianos son hermanos en Cristo y en cierto modo hermanos del propio Cristo.
Es cierto que, como yo no soy cristiano, no soy un hermano en Cristo ni de Cristo, pero los cristianos, sí lo sois.
Si te informas sobre el asunto verás que nadie considera ofensivo emplear “hermanos en Cristo”, sino todo lo contrario. Es un motivo de orgullo y satisfacción para los cristianos.
En cuanto a comentar un libro “con objetividad”, en este caso el Zhuang zi, creo que dejo bastante claro que se trata de tdoo lo contrario, de un comentario muy subjetivo, muy personal, que no pretende la objetividad: para eso existen ya excelentes libros dedicados al Zhuang zi. Mi pretensión es más modesta, porque no soy un experto en el Zhuang zi, ni en nada en particular.
Finalmente, en cuanto a lo de “alguien que cree que una persona puede ser el Creador”, no sé cómo interpretarlo. ¿Piensas que yo creo que soy el Creador? Vaya, espero no haberme explicado tan mal como para que se entienda eso.
Que yo sepa los que creen que una “persona” es el creador son, en todo caso, los cristianos, que creen que un tal Jesucristo era Dios. Pero yo no creo que ninguna persona sea el Creador. Ni siquiera creo que haya Creador.
Sarah
Hola Daniel, en esta dirección,
http://nous-les-dieux.org/LIVRES_AUDIOS
se pueden escuchar los 33 capítulos del Zhuang Zi en formato de audio libro. Eso sí, en francés…
Un abrazo y muchas felicidades por tu titánica labor!
danieltubau
Caramba, muchas gracias Sarah. Los escucharé con mucho placer. Un abrazo!