Sólo queda por comentar una cuestión que es tal vez la central en todo estudio de la ética aristotélica: el de su misma definición. La de Aristóteles es el ejemplo…
“Tres son las consecuencias de ser sabio: deliberar bien, hablar bien y obrar como se debe».
“Para Demócrito el bien supremo es el buen ánimo, que no se identifica con el placer…“