Las cuatro fases de la filosofía

|| Franz Brentano /1

 

Este es uno de los filósofos más interesantes que conozco. Fue maestro de Husserl y precursor en cierto modo de la fenomenología, aunque me da la impresión de que se hallaría distante de sus desarrollos actuales (quizá incluso de su mismo fundador, Husserl), que tal vez caen en los defectos que él mismo achacaba a muchos sistemas filosóficos. Fraile le dedica un espacio en su Historia de la filosofía tan sólo en tanto que precursor de la fenomenología de Husserl, y para trazar un primer bosquejo rápido del concepto de fenómeno.

Brentano como sacerdote

Brentano nació en la región del Rin. Se ordenó sacerdote católico en 1864, pero abandonó el sacerdocio y la Iglesia en 1873, por estar en desacuerdo con el decreto por el que se declaraba la infalibilidad del Papa. Se vio obligado a renunciar a su cátedra en la Universidad Católica de Würzburgo. Obtuvo una cátedra en Viena, pero también tuvo que renunciar, por las mismas razones y por su deseo de contraer matrimonio. Tras pasar por Leipzig, regresó a Viena como Privadotzent, profesor privado. En 1896 se instaló en Florencia y en 1915 en Zürich.

 

Brentano fue gran admirador de Aristóteles y de la escolástica, pero de autores como Agustín y Aquino, no de los posteriores.

Discípulos o alumnos suyos fueron Alfred Kastil y Oscar Kraus. Influyó también en Carl Stumpf, Christian Ehrenfels, Alexander von Meinong, Anton Marty, Sigmund Freud y Höfler. Se considera que fue inspirador, al menos en parte, del Círculo de Viena. Husserl estudió con él, por lo que es incluido entre los precursores de la fenomenología.

LAS CUATRO FASES DE LA FILOSOFÍA

Brentano distingue en la historia del pensamiento filosófico períodos constituidos por cuatro fases. No sé hasta qué punto considera estos períodos como una especie de ley natural, pero me da la impresión de que más bien lo considera un juicio inductivo probable, extraído de la observación empírica. Las causas que explican estas fases parecen más psicológicas que ontológicas. Estas fases son fácilmente distinguibles en sus caracteres fundamentales, y yo también las he señalado de un modo semejante varias veces, aunque tal vez no en tétradas. Además, el que existan estas u otras fases no quiere decir que no puedan darse mezcladas al mismo tiempo en un mismo período histórico. Pero esta es mi opinión, no la de Brentano, creo.

FASE 1. Desarrollo ascendente.

Se caracteriza por un vivo interés puramente teórico, el deseo de hallar las explicaciones de las cosas.

FASE 2. Desarrollo descendente o decadencia.

Los motivos prácticos comienzan a determinar la investigación, se trabaja con menos rigor y se pierde energía propiamente científica.

FASE 3. Escepticismo

Comienza entonces una fase, dentro de la decadencia, en la que se niega la posibilidad de alcanzar los propósitos de la ciencia. La fase escéptica.

Fase 4. Dogmatismo

Por último, como reacción al escepticismo, surge una voluntad, «un celo enfermizo» por construir dogmas filosóficos, y se proponen «maneras de conocimiento completamente antinaturales, principios desposeídos de toda evidencia, geniales fuerzas inmediatas e intuitivas, ascensiones místicas de la vida espiritual, y rápidamente se embriaga la mente con la presunta posesión de las verdades más sublimes, que rebasan con mucho todas las capacidades humanas.»

«Con ello, dice Brentano, se toca el último extremo de la decadencia. Se cree saberlo todo y no se sabe nada, pues no se sabe ni siquiera aquello que se sabía al comienzo de éste período y era sentido como un doloroso anhelo: que no se sabe nada.»

Brentano piensa que este esquema puede encontrarse en la Antigüedad, en la Edad Media y en la Edad Moderna .

Tras este análisis, Brentano aconseja volver a filósofos de las fases ascendentes: Platón, Aristóteles, Agustín y Tomás de Aquino, Descartes, Locke y Leibniz.

Coincido plenamente con estas elecciones. Todos estos filósofos me parecen admirables (aunque apenas he leído a Locke). Es cierto que disiento con ellos en muchísimas cosas, pero coincido en la manera de filosofar y, desde luego, aprendo muchas cosas cuando los leo. Brentano se muestra inflexible con otros filósofos reverenciados, como Kant, Hegel y los idealistas en general. También aquí he de señalar mi coincidencia, aunque no soy tan inflexible como él en lo que se refiere a Kant, por el que siento cierta simpatía, aún cuando esa simpatía se refiere siempre a afirmaciones aisladas y no a su sistema en sí mismo, que considero una innecesaria y desviada complicación.


NOTA en 2016

Escribí esto, como notas personales, una especie de fichas de filósofos que iba leyendo, antes de 1993, es probable que en 1987 o quizá en 1990, no sé si antes o después de estudiar Filosofía. Su carácter de notas personales hace que la redacción sea pobre y tenga poco interés, excepto para mí mismo en el estudio de la evolución de mi pensamiento. Pero iré subiéndolo aquí y quizá comente alguna cosa que se me ocurra. El texto en marrón lo he añadido ahora.

LAS FASES DE LA FILOSOFÍA

En lo que se refiere a las fases de la filosofía, es un tema que han tratado muchos filósofos, y yo mismo he elaborado varias teorías. Supongo que todas estas hipótesis son igual de débiles y subjetivas, pero al menos permiten ver ciertas líneas o maneras de pensar que suelen repetirse en diversos periodos o culturas. No sé o no recuerdo qué pensaba Brentano acerca de la época en la que vivió, aunque supongo que su oposición al dogma de la infalibilidad papal lo muestra con bastante claridad. Tampoco recuerdo ahora con precisión su opinión acerca de la ciencia, pero sí puedo decir que mi opinión es que esas fases u otras similares se dan casi inevitablemente y se han repetido una y otra vez, pero que también hay una fase o subfase, que es la de la búsqueda del conocimiento objetivo, o si se quiere examinable, que podemos encontrar al final de la época de los Estados Combatientes en China (entre -300 y -200) y en el helenismo (por fechas similares), que suele ser vencido por el dogma al que se refiere Brentano, pero que por una vez no lo fue (al menos por el momento) con el nacimiento de la ciencia moderna, una manera de pensar tan innovadora y poderosa que se distingue de cualquier situación anterior.

Continuará


[Publicado en 1993. Revisado en 2016]


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