Sherlock Holmes y la intuición
Reproduzco a continuación algunos fragmentos de la estupenda entrevista que me hizo Rocío Linares para La Razón y que se publicó el 12 de febrero de 2015.
Ver lo que otros no ven, anticiparse, saber qué piensan los demás … Todo lo que hace a Sherlock Holmes parecer un ser de otro mundo se puede aprender. El cómo lo propone Daniel Tubau en su libro «No tan elemental» (Ariel), que descubre la forma de pensar del célebre detective de Arthur Conan Doyle. Su particular mirada sobre la realidad, explica Tubau, es lo que le fascinó, igual que a los millones de seguidores que tiene el detective en el mundo, que incluso obligaron a Doyle a resucitar al personaje tras escribir su caída mortal por las cataratas de Reichenbach. Tubau ha leído todos sus libros, visitó su casa en el 221 B de Baker Street en Londres y a los 16 años ya comenzó a anotar en una libreta qué podía aprender de Holmes. Ahora su libro, basado en un exhaustivo estudio de los relatos de Conan Doyle y los tratados de las diversas disciplinas que pone en práctica el detective, descifra las claves para pensar por delante de los demás.
– ¿Por qué es interesante que un libro explique cómo piensa Sherlock Holmes?
-Porque nos enseña que se puede pensar mejor. Alejarnos de los planteamientos de Watson, que son los comunes, y aprender a ver el mundo con más claridad.– ¿Cuál es la clave?
-Mirar con curiosidad y mirar atentamente. Es lo que caracteriza a Holmes y lo emparenta con los científicos y con la ciencia moderna, que precisamente recuperó la curiosidad, que durante la Edad Media estaba mal vista. Entonces se pensaba que no había que preguntar, sino que las cosas eran como eran, pero los científicos querían saber.
– ¿Por qué Holmes sigue fascinando y parece tan extraordinario?
-Es curioso, porque a nosotros nos parece inalcanzable, pero él siempre dice que su forma de pensar es «elemental» (no me refiero a la frase «elemental querido Watson» que eso apareció después, en las películas). Lo que intento mostrar en el libro es que sus deducciones, para nosotros asombrosas, se pueden aprender, con un trabajo previo y el uso de métodos adecuados.-¿Qué es lo elemental para pensar a su modo?
– Lo primero, dejar atrás los prejuicios y no fiarnos de la intuición, que funciona en el 80% de los casos pero en las situaciones nuevas no. Ahí Sherlock nos sorprende, pero porque su intuición está entrenada.-¿Y qué es la intuición?
-En gran parte es el depósito de conocimientos que hemos adquirido a lo largo de la vida y que nos ofrece respuestas ante una situación. Nuestro aprendizaje previo nos dicta cómo reaccionar. Vemos una sombra y nos cambiamos de acera porque nos sugiere peligro. Pero eso se basa muchas veces en prejuicios, así que no tiene garantía. Es una respuesta automática, que puede funcionar o no.-En su libro dice que el mundo está lleno de cosas obvias que hoy nadie observa”. ¿Es un error al que nos lleva la rutina de nuestros tiempos?
-Es un mal de todos los tiempos. Pero es que hoy además tenemos sobresaturación de información, que impide que nos sorprendamos y, además, nos obliga a tener que distinguir lo importante de lo accesorio, lo que es muy difícil.¿Cree que en la era de la información y de las comunicaciones se necesitan detectives?
– Sí. De hecho, la profesión de detective es una de las que hoy se encuentran en auge, según me cuenta una amiga detective. Hay más gente de la que imaginamos que quiere controlar a los demás. Precisamente se publicó hace poco una encuesta que revelaba que un tercio de los jóvenes españoles aceptaban ser controlados y consideraban que había que controlar a otras personas.-¿En qué situación llamaría usted Sherlock hoy?
-Lo llevaría al Congreso, para que adivinara las intenciones de los políticos, qué quieren decir en realidad cuando cuando hablan con esa retórica. Es curioso que Sherlock nunca fuera avisado para resolver casos relacionados con la política …-¿Se le ocurre alguien que encarne el perfil de Holmes?
-Para mí, Walter Murch, uno de los montadores de “Apocalypse Now”, es un Sherlock Holmes del presente. Un hombre muy inteligente, que trasciende su profesión de montador. Él ha explicado cómo en la edición de una película tiene que medir muy bien el momento en el que corta, si antes de que el actor parpadee o después, porque eso da pistas al espectador.-¿Cómo relaciona su profesión de guionista con la de detective?
-Creo que tiene mucho que ver. A la hora de transformar una historia en el lenguaje televisivo, tienes que pensar por el espectador y guiarlo, sin que sienta que está siendo
conducido. Yo mismo utilizo los métodos de Sherlock que comento en mi libro para mis clases de guión. Trabajas con la sugestión, tienes que anticiparte al público, es incluso un trabajo de prestidigitador.-¿Los guionistas se deben al público?
-Normalmente tienes que hacer lo que te encargan, que pocas veces son grandes narrativas. En España, en concreto, siempre piden cosas muy convencionales, de estilo antiguo. Tienen que llegar las grandes ideas. Aunque el consumo de televisión está cambiando. La revolución en la ficción se ha producido en los canales de pago, donde la gente ve lo que quiere en cada momento. Estamos asistiendo a una reeducación del público y los espectadores son más exigentes.
– ¿Cuál es el reto de los guionistas en el panorama televisivo actual?
-En España es conseguir el reconocimiento que merecen porque no se valora ni su labor ni sus ideas. Siempre tienes que adaptarte a lo que piden, aunque un creador siempre tiene en su cabeza la serie que quisiera hacer y no puede. Aquí la figura del guionista no está suficientemente reconocida, mientras que en otros países de Europa o en Estados Unidos, es el rey. Aquí, sólo se conoce a los actores pero no se sabe quién ha escrito la serie.
Continuará…
No tan elemental
Cómo ser Sherlock Holmes.
Daniel Tubau
A la venta en todo el mundo
(y en: Amazon, La Fugitiva, Rafael Alberti, Laie…)
SÓLO PARA TUS OJOS
(Lectores de No tan elemental. Cómo ser Sherlock Holmes)