Influencia de Kant en Goethe
Kant es uno de los pocos filósofos alemanes contemporáneos de Goethe del que se puede decir que influyó en Goethe, pero no a la inversa. El propio Goethe admitía que Kant nunca se interesó por él[1]. Cuando Eckerman le preguntó si había conocido al autor de la Crítica, Goethe respondió:
“No. Kant no hizo nunca caso de mí, pese a seguir yo por mi propio impulso un camino paralelo al suyo”.
Sin embargo, Goethe no dejó de reconocer repetidas veces que Kant había influido en su manera de pensar, aunque parece que fue de manera tardía, pues en sus Diarios admite que en su juventud fue influido por Lessing y Winckelmann y en su vejez por Kant[2].
También en sus Diarios, Goethe dice que “aunque la Crítica de la razón pura llevaba ya mucho tiempo publicada[3]“, consideraba que quedaba fuera de su jurisdicción. Sin embargo, como oía hablar mucho de ella, empezó a interesarse por la obra y a plantearse el problema de “en qué medida contribuyen a formar nuestra vida espiritual nuestro propio yo y el mundo exterior”[4].
“Jamas hiciera yo -dice Goethe- distinción entre uno y otro, y cuando, a mi manera, filosofaba sobre objetos, lo hacía con inconsciente ingenuidad, creyendo de buena fe tener mis opiniones ante los ojos”[5].
Al serle planteado ahora el problema, en los “nuevos términos” kantianos, Goethe se puso de parte del bando “que más honor hacía al hombre”[6], compartiendo la idea de que “aunque todo nuestro conocimiento principia con la experiencia, no por ello se cifra íntegramente en la experiencia”[7].
Hay que decir, de todos modos, que esta toma de postura en favor del sujeto frente al objeto no era tan clara en Goethe, como los anteriores testimonios pueden hacer suponer. Por ejemplo, a Goethe se le hizo “odioso” el artículo de Schiller Sobre Gracia y dignidad, pues en él veía “menoscabados los fueros de la naturaleza” frente al “evangelio de la libertad”. En este escrito, Schiller defendía el punto de vista kantiano y aludía, sin mencionarlo, a Goethe, quien no sabía si sentirse más ofendido por la velada alusión a su persona o por el hecho mismo de que su nombre no fuera mencionado sin ambages. En otro lugar, Goethe se expresa en estos términos:
“El conócete a ti mismo conduce a una errónea autocontemplación, cuando en realidad el hombre sólo se conoce a sí mismo en cuanto conoce el mundo que sólo en sí mismo percibe, del mismo modo que sólo en el mundo se percibe a sí mismo. Todo nuevo objeto bien contemplado inicia en nosotros un órgano nuevo. Además, nos ayuda la comparación con los demás hombres, donde nos vemos reflejados como en otros tantos espejos”.
A lo largo de este trabajo se verán más ejemplos acerca de la “elección” de Goethe entre sujeto y objeto[8].
En cualquier caso, en su vejez, Goethe seguía alabando a Kant. Cuando Eckerman le preguntó cuál de los filósofos modernos le parecía el mejor, respondió:
“Kant, sin la menor duda. Kant es también el filósofo cuya doctrina se ha acreditado de más fecundidad y la que más hondo ha arraigado en nuestra cultura alemana. Aunque no lo haya leído, ha influido en usted[9].”
Continuará…
- [1]Conversaciones con Eckerman, en Obras Completas.
- [2]Diarios y Anales,en Obras Completas 110.
- [3]La Crítica fue publicada en 1781; Goethe nació en 1749.
- [4]“Breve autosemblanza”, en Obras Completas.
- [5]“Breve Autosemblanza”, en Obras Completas, 1915.
- [6]Decía Goethe: “La filosofía kantiana, que tan alto pone al sujeto pareciendo achicarlo” (Obras Completas, 1930). Fichte opinaba lo mismo: “Es inconcebible el respeto hacia la humanidad que da este sistema (el de Kant)” (Citado por Fraile, Historia de la filosofía, 141).
- [7]c,1915.
- [8]Obras completas, 1917s.
- [9]Conversaciones con Eckerman, en Obras completas.