Goethe, Schiller y la planta simbólica

Es conocida la íntima y profunda amistad de Goethe con Schiller, que apenas encuentra paralelo en la historia del pensamiento, como no sea el de la amistad de Montaigne y Etienne de La Boitie.

Sin embargo, la relación entre ambos no fue buena al principio, pues Goethe se sintió muy ofendido por el escrito de Friedrich Schiller Sobre Gracia y dignidad [1].

Posteriormente, con ocasión de una velada artística, pudieron charlar largo y tendido y establecer los lazos que les unirían hasta la prematura muerte del más joven de los dos, Schiller.

Goethe recuerda así aquellos días:

“Vino a superar súbitamente todos mis deseos y esperanzas la amistad que inopinadamente contrajera con Schiller”, pues desde aquel encuentro fue todo “un progresar continuo en cuanto a formación filosófica y actividad estética. Para mí… fue aquella una nueva primavera, en la que todo germinaba” [2].

Es interesante recordar en detalle lo qué sucedió en aquel primer encuentro.

Goethe y Schiller habían entablado una animada conversación, que los llevó hasta la casa de Schiller; éste invitó a Goethe a pasar dentro, donde prosiguieron la charla. Allí expuso Goethe a Schiller sus ideas acerca de la metamorfosis de las plantas y

“con algunos trazos de lápiz característicos hice surgir ante sus ojos una planta simbólica. Me escuchó él y lo miró todo con interés grande, con resuelta serenidad”, pero comentó: ‘!Eso no es una experiencia, es una idea!’. Me quedé yo, continúa Goethe, parado y hasta molesto, pues con aquellas palabras quedaba exactamente marcado el punto que nos separaba”.

Finalmente, Goethe respondió:

“!Entonces, celebro mucho tener ideas sin saberlo, y hasta verlas con mis propios ojos”.

La conversación continuó y Schiller objetó a las opiniones de Goethe “cual bien impuesto kantiano”, respondiendo Goethe con su “empedernido realismo” [3].

“Mi relación con Schiller, recordaba Goethe, se fundaba en nuestra notoria comunidad de propósitos; nuestra colaboración en la diferencia de los medios que empleábamos para alcanzarlos”.[4]

2023. Un apartado decepcionantemente breve dedicado al idealista más cercano a Goethe. Supongo que la razón fue que lo hice tan breve porque no se suele contar con Schiller al hablar de los grandes idealistas alemanes. Espero ampliarlo más adelante, como merece.

Goethe y los idealistas alemanes

Investigación acerca de la relación entre Johann Wolfgan Goethe y los filósofos idealistas: Kant, Hegel, Fichte, Schelling, Schiller, Schopenhauer y el poeta Holderlin. Escrito hacia 1991.
Goethe y los idealistas alemanes
La relación de Goethe con los más importantes representantes del idealismo alemán: Kant, Fichte, Schelling, Hegel, Schiller, Holderlin y Schopenhauer.
Influencia de Kant en Goethe
Kant no hizo nunca caso de mí, pese a seguir yo por mi propio impulso un camino paralelo al suyo.
Semejanzas entre las ideas de Kant y las de Goethe
Paseando por los jardines públicos de Palermo, se me ocurrió de pronto que en el órgano de la planta que solemos llamar la hoja se ubica el verdadero Proteus, que puede esconderse o revelarse en todas las formas vegetales. De principio a fin, la planta no es más que hoja.

[1]ver nota nº 7.

[2]Diarios y Anales (Obras Completas, 499).

[3]Diarios y Anales (Obras Completas,1931).

[4]Citado por A. Reyes, 131.

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