Somos lo que comemos

«Has de saber que tus perfecciones futuras guardarán relación con los cuidados que prodigues aquí para alcanzarlas»

Leibniz, Un sueño

comer

Leibniz se refiere en la cita anterior al otro mundo cristiano, como lugar en el que obtendrás esas perfecciones futuras, pero la idea se podría aplicar también a la reencarnación budista: tus futuras vidas dependen de tu comportamiento en esta vida.

Pero yo prefiero aplicarlo a esta vida terrenal.

Aristóteles decía que somos lo que hacemos: también se podría decir que seremos lo que hacemos.

Nos fabricamos a nosotros mismos día a día, así que, si queremos gustarnos en el futuro, deberíamos ir proporcionándonos cosas interesantes ahora, para disfrutarlas después. Muchas personas que dicen aburrirse hora tras hora tal vez lo hacen porque no pueden encontrar nada en sí mismas que les entretenga: nunca lo pusieron ahí dentro.

También se podría aplicar el dicho «Somos lo que comemos» no ya a la comida material, sino también a la intelectual y espiritual: dependiendo de los estímulos que nos proporcionemos obtendremos unos u otros resultados, creceremos de manera más equilibrada y mantendremos mayor vigor y belleza intelectual.

Creo que deberíamos ser no sólo sujetos pasivos en un laboratorio conductista, a la espera de que lancen estímulos sobre nosotros, sino sujetos activos cognitivos, que buscamos los estímulos y que, a menudo, incluso los creamos.

*************

[Publicado el 20 de enero de 2005]

cuadernodefilosofia

G.W. Leibniz

El sueño de Leibniz

Podemos imaginar que Descartes es un personaje soñado por Leibniz. Cuando Leibniz se va a dormir, en su sueño aparece Descartes, que empieza a filosofar y a decir que, puesto que piensa, entonces existe.Pero entonces Leibniz se despierta y recuerda el sueño con gran precisión. Se ríe de ese personaje soñado que se cree real.Un día, Leibniz deja de soñar con Descartes.Fin de Descartes. Se dirá: «¡Ah, pero entonces es que…

Leibniz y la claridad: los antiguos y los modernos

En La Vorágine inicié una Brevísima historia de la decadencia de la lengua filosófica francesa, con un texto de Braudillard. Antes de añadir nuevos capítulos, vale la pena leer un fragmento de una de las autobiografías de Leibniz. En esta autobiografía, escrita en tercera persona, Leibniz  se lamenta de la manera de escribir de sus contemporáneos. «Y quiso la casualidad que se encontrara primero con los antiguos. En…

Leibniz y la manía de guardarlo todo

«Incluso es preciso que cada mónada sea diferente de cualquier otra. Pues jamás hay en la naturaleza dos seres que sean completamente iguales uno al otro y en los que no sea posible encontrar una diferencia». G.W Leibniz Leibniz es un filósofo alemán que nació en 1646 y murió en 1716. Una de sus obras más famosas es la Monadología. Una imagen rara de Leibniz, que siempre suele…

Leibniz y el sonido

Dice Leibniz: «Es claro que para percibir efectivamente el ruido de las olas debemos percibir el que produce cada una de las gotas de agua de que están compuestas las olas. Siendo así que este imperceptible ruido sólo en unión con todos los demás, es decir, en el estrépito de la ola, es perceptible, y no lo sería si la gota en cuestión fuese única.» No estoy de…

Objeciones a «El todo es mayor que su parte» formulado por Leibniz

Leibniz, en Demostración de las proposiciones primarias, pone un ejemplo de las llamadas proposiciones de razón: «El todo es mayor que su parte». He comentado muchas veces esta proposición, ya sea en la formulación dada por Aquino, Leibniz, Kant o cualquier otro. Ahora intentaré hacerlo detenidamente y con precisión.  NOTA EN 2013: escribí el texto cuando estudiaba filosofía, no sé si en la universidad o por mi cuenta,…

Leave a Reply