[email protected]

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Sócrates y los filósofos discutidores
Algunas opiones acerca de Tucídides y la guerra entre Esparta y Atenas
Sacro y profano CUADERNO DE VENECIA
¿Inventó Coca-Cola la felicidad?
El buenánimo de Demócrito y los peligros de la envidia
Es más fácil ver que escuchar
¿Ataca Tucídides a Pericles?
David Hume
Platón, ¿creador de la filosofía evasiva?

Los códigos y la iluminación

Aunque no seamos conscientes de ello, reconocemos el género de una película simplemente viendo su iluminación, y cuando la iluminación no es acorde con el género nos sorprende, como en Blade Runner (que ahora, sin embargo, es un nuevo estándar de la ciencia ficción), o en Brick, una película de detectives en un instituto, cuyo elemento fundamental en contra de las convenciones era precisamente la iluminación, porque es la de las películas de Instituto y no la del género negro, mientras que los diálogos sí lo son.

El gran director de fotografía del Hollywood clásico John Alton lo dice en su magnífico libro Painting with light:

«La tonalidad de la imagen, que no debe confundirse con la clave de luz (keylight), depende de la categoría de la obra fílmica. Desde el punto de vista de la iluminación, existen tres categorías principales: la comedia (a su vez subdividida en comedia musical y comedia slapstick), el drama y el misterio. La iluminación de este tipo de obras cinematográficas requiere un enfoque diferente. Una vez que se decide la tonalidad de la imagen, el guión se descompone en sus componentes; las secuencias y escenas y el estado de ánimo de la iluminación de cada una se trabajan por separado (…) Las comedias musicales se iluminan alto y brillante con una luz estilizada y onírica».


Pre-juicios
Empecemos por librarnos de los prejuicios más groseramente evidentes (lo que no significa que se trate de juicios erróneos, quede esto claro, sino, simplemente, previos): la existencia de un Dios o de unos dioses; las relaciones de igualdad o de desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, etcétera; todo lo referente a lo […]

El nuevo credo realista de cada mañana

El nuevo credo realista de cada mañana

Hegel decía que la lectura del periódico era el credo realista de cada mañana para el buen burgués: el mundo seguía existiendo aunque él no pensara en él o aunque se hubiese dormido durante la noche.

La narrativa y las casualidades significativas

La narrativa y las casualidades significativas

Quizá sería más razonable acostumbrarnos a aceptar que muchos sucesos no tienen otra conexión que su coincidencia temporal, o incluso tan solo su coincidencia en nuestro propio cerebro.

Lo mismo de siempre y las variaciones

Lo mismo de siempre y las variaciones

Mientras que los niños desean leer siempre el mismo cuento, los adultos suelen necesitar constantes novedades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los códigos y la iluminación