Del elan vital a la conciencia cósmica

Monod (2)

Dice Jacques Monod en El azar y la necesidad:

«La revuelta consciente o no contra lo racional, el respeto concedido al Id a expensas del Ego son signos de nuestro tiempo».

Y añade:

«Los avances de los últimos veinte años en biología molecular han reducido singularmente el campo de las especulaciones vitalistas, dejando solo abierto el de la subjetividad, el de la conciencia. No se corre gran riesgo al prever que estas especulaciones resultarán tan estériles como en todos los terrenos donde han actuado hasta el presente».

2023- Diciembre

Entiendo que Monod se refiere a que durante siglos se defendió por parte del vitalismo que existía un principio vital, lo que Bergson popularizo como elan vital, recuperando ideas de Berzelius, Stahl o Hahnemann, y quizá también de Emerson y Posidonio. Una especie de fuerza o energía, casi siempre considerada inmaterial y no sujeta a las leyes físicas o químicas, que explicaría la diferencia entre seres orgánicos e inorgánicos. Una vez que el vitalismo fue descartado, sus partidarios se refugiaron en una idea incluso más abstracta, la de una conciencia universal o cósmica. Ese Ello que piensa, y del que hablo en la siguiente nota, y que explicaría también la vida.
Por cierto, que algunos autores han recuperado el vitalismo, como Deleuze, aunque él lo ha hecho a su manera habitual, es decir, no tiene ya nada que ver con lo que decía Bergson.
Supongo que esta cita me interesaba por lo que el profesor de psicología cognitiva, motivo de estos comentarios, dijo, y que se explica en el siguiente comentario.

Inteligencia Artificial y psicología

Escribí estas notas o comentarios durante un seminario organizado en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, dedicado a la Psicología Cognitiva, en el que participé en 1991. Los comentarios actuales aparecen con su fecha correspondiente.

La diferencia entre seres naturales y artificiales según Jacques Monod

Podemos distinguir de dos maneras los entes artificiales de los naturales. Primero, atendiendo a las características que señala Monod: teleonomía, morfogénesis autónoma e invariancia reproductiva. Segundo, o bien de una manera más simplista: entes artificiales son aquellos fabricados por el hombre.