McLuhan y la subjetividad
Ofrezco aquí una buena observación de McLuhan, que deberíamos recordar cada vez que, llevados por nuestra moralidad o nuestra ideología, nos olvidamos de observar las cosas y de plantearlas con claridad y sosiego, cegados por el único objetivo de dejar muy claro qué es lo que pensamos y cuál es nuestra posición moral o ideológica ante cualquier asunto que pase por delante:
“Durante muchos años vengo observando que los moralistas suelen sustituir la ira por la percepción”.
Lo que se completa con otra interesante observación suya, de especial interés si tenemos en cuenta que pocas veces encontraremos a un pensador con un punto de vista más poderoso que el propio McLuhan :
“Un punto de vista puede ser un lujo peligroso cuando ocupa el lugar de la comprensión y el entendimiento”.
Esto último me recuerda aquello que decía Confucio y que es un recordatorio que siempre intento tener presente:
“Pensar sin aprender es peligroso, aprender sin pensar inútil”.
A veces lo aplico literalmente, otras modifico un poco la traducción, porque hay diversas variantes igual de interesantes, como:
“Pensar [y dictaminar] sin investigar es peligroso, investigar sin pensar [y reflexionar] es inútil”.
En honor de McLuhan hay que decir que se aplicaba su propio consejo, porque, según se ve en la larga entrevista que concedió a Playboy (”Una cándida conversación con el gurú de las nuevas tecnologías”), sus análisis, descripciones y predicciones se desarrollaban en contra de sus propias opiniones personales. En efecto, en Playboy confesó, tal vez por primera vez, que no le gustaba ese futuro que predecía.
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CUADERNO DE PSICOLOGÍA
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