Las grandes batallas del Emperador AmarilloGuerra y paz en la antigua China /7
«Sojuzgados los cuatro emperadores, los cuatro confines del imperio quedaron bajo su égida».
“El emperador amarillo ataca al Emperador Rojo”, Yinqueshan
En un texto encontrado en el gran descubrimiento arqueológico de Yinqueshan de 1972, del que habrá ocasión de hablar más adelante, se cuenta el enfrentamiento del Emperador Amarillo o Huangdi con cuatro emperadores tan coloridos como él: el Emperador Rojo, el Emperador Blanco, el Empeerador Negro y el Emperador Azul.
No resulta fácil seguir con precisión los combates de Huangdi, pero sí se describen con cierto detalle dos grandes batallas, la de Banquan y la de Zhuolu, que parecen traernos ecos de un enfrentamiento entre los primeros pobladores de aquel territorio que con el tiempo se convertiría en China.
Parece que al principio de las hostilidades en un lado se situaban las tribus nómadas de los huangdi y los yandi y en el otro poblaciones agrícolas identificadas con los shennong. Recordemos que, en opinión de algunos historiadores, los nombres de los emperadores aluden a antiguos clanes o familias.
En aquella época, Shennong, el Señor del Mijo, poseía la legitimidad para gobernar sobre el territorio, pero era incapaz de defender al pueblo, que sufría el abuso de los nobles y que era víctima de los enfrentamientos constantes entre las diversas familias o linajes. Es decir, se daba la situación habitual cuando no existe un fuerte poder central, un vacio de poder que permite que los diferentes señores de la guerra, paramilitares o guerrilleros se aprovechan del trabajo de los campesinos, los siervos y los esclavos gracias a su dominio de las armas y el abuso de la fuerza. Por eso, aunque se dice que en la sociedad utópica de Shennong no existía la guerra, al parecer eso no evitó que los poderosos se aprovecharan de la situación y abusaran de los más débiles, que es lo que suele suceder cuando se confía en que basta con renunciar al uso de la fuerza para que los demás también lo hagan.
Las leyendas nos aseguran que las injusticias cometidas contra el pueblo hicieron que Huangdi se viera “obligado” a intervenir para luchar contra los shennong, o contra parte de ellos, pero también contra Yandi, el Emperador Ardiente, que quizá era su hermano y del que sabemos que reinaba en el sur. Se sospecha que los huangdi y los yandi eran dos familias o dos linajes pertenecientes a un mismo clan, que quizá llegaron a la tierra de los shenong, porque todavía hoy en día los chinos se llaman a sí mismos “hijos y nietos de Huangdi y Yandi”.
Sin embargo, quizá tras vencer a los shennong, los poderosos ejércitos de Huangdi y Yandi se enfrentaron en la batalla de Banquan, que según las crónicas tuvo lugar hacia el año 2700 antes de nuestra era.
Continuará…
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