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Escribir un guion: un viaje extraordinario
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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
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Somos lo que comemos

«Has de saber que tus perfecciones futuras guardarán relación con los cuidados que prodigues aquí para alcanzarlas»

Leibniz, Un sueño

comer

Leibniz se refiere en la cita anterior al otro mundo cristiano, como lugar en el que obtendrás esas perfecciones futuras, pero la idea se podría aplicar también a la reencarnación budista: tus futuras vidas dependen de tu comportamiento en esta vida.

Pero yo prefiero aplicarlo a esta vida terrenal.

Aristóteles decía que somos lo que hacemos: también se podría decir que seremos lo que hacemos.

Nos fabricamos a nosotros mismos día a día, así que, si queremos gustarnos en el futuro, deberíamos ir proporcionándonos cosas interesantes ahora, para disfrutarlas después. Muchas personas que dicen aburrirse hora tras hora tal vez lo hacen porque no pueden encontrar nada en sí mismas que les entretenga: nunca lo pusieron ahí dentro.

También se podría aplicar el dicho «Somos lo que comemos» no ya a la comida material, sino también a la intelectual y espiritual: dependiendo de los estímulos que nos proporcionemos obtendremos unos u otros resultados, creceremos de manera más equilibrada y mantendremos mayor vigor y belleza intelectual.

Creo que deberíamos ser no sólo sujetos pasivos en un laboratorio conductista, a la espera de que lancen estímulos sobre nosotros, sino sujetos activos cognitivos, que buscamos los estímulos y que, a menudo, incluso los creamos.

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Somos lo que comemos – DILETANTE. Daniel Tubau