Para los griegos pensar es ser escéptico
En este momento de la charla que mantuvimos acerca del escepticismo y del libro Sabios ignorantes y felices, además de contar cómo nos conocimos Julien Mell y yo, cuando hablamos de la mala interpretación que se hace hoy en día de palabras como estoico, epicúreo, cínico o escéptico, Julio Romero nos sorprendió con una extraordinaria revelación.
DANIEL TUBAU: Así más o menos es el libro. Si queréis, Julien, podemos ir hablando de cualquier tema.
JULIEN MELL: ¿Y ahora qué digo yo?
DANIEL: Bueno, os presento a Julien, os lo voy a presentar. Porque… ¿Cómo lo he conocido? Lo he conocido por este libro. Este libro nos ha unido. Lo acabo de conocer ahora, hace media hora, y Julien me contaba que no nos conocíamos, tampoco habíamos estado en contacto en Facebook, o antes. Él vio el libro y le llamó la atención esto de “sabios, ignorantes y felices”, y dijo: “¿Esto qué es?”. Y luego viste el subtítulo, supongo, ¿no? Lo de “Lo que los antiguos escépticos nos enseñan”…
JULIEN: Bueno, yo había leído todo sobre el escepticismo en francés, es mi primera lengua. Soy de Bélgica, y había encontrado sólo alguna cosita, no muy extensa, en español, y deseaba tener algún libro en español, para poder recomendarlo a los amigos, y para aprender también. Y entonces me encontré en internet… Me llamó la atención: “Sabios ignorantes y felices”, y dije: “¿Quién ha escrito esto?”. Y cuando vi el subtítulo, me dije: “Esto lo tengo que ver”. Entonces, cuando lo vi, no me lo podía creer, porque realmente es uno de los trabajos… A ver, tengo que decir, de verdad, que inclusive lo que tengo en francés no llega a este nivel. Es una investigación (y eso es un acierto enorme del libro), que no es solamente de las dos escuelas, sino que sigue la pista de dónde ha aparecido el escepticismo. Y eso me parecía fascinante, ¿no? Porque, por ejemplo, lo que dices de Platón es verdad. Se lo tiene por un dogmático… “el mundo de las ideas”… le vino muy bien a la teología… que es el mundo por antonomasia del dogma y de pronto, claro, lleva razón… En el fondo, Platón tampoco acaba de… [ser dogmático] A mí este libro me dejó asombrado. Yo normalmente leo tres veces el mismo libro. En la primera lectura me entero de que va, en la segunda subrayo y tomo notas, y en la tercera es cuando lo reflexionó. Y entonces disfruté muchísimo del libro de Daniel. Y se lo decía antes, me sentí acompañado. Porque, claro, ser escéptico tal como se habla hoy en día tiene un significado que no es el significado real. Y de verdad que me sentí acompañado. Y entonces dije: “Este muchacho promete”.
DANIEL: Y ya empezamos a hablar mucho y yo encontré un lector, maravilloso, el mejor lector para este libro….
JULIEN: Y luego coincidimos en nuestro amor por Sherlock Holmes, porque Daniel también tiene un libro sobre Sherlock Holmes. Y entonces dije: “Bueno, ya esto es demasiado”. Y entonces eso fue, digamos, lo que me entusiasmó. Poder decirle a mis amigos: “Mira hay un libro sobre filosofía escéptica”
DANIEL: Podemos hablar de que hay un mal uso de la palabra “escéptico”, esto de que hablábamos antes, que todas las filosofías griegas han dado origen a expresiones del hablar común. El estoico, el que aguanta todo, el epicúreo, al que le gusta el placer y que está disfrutando todo el rato; el cínico, como una especie de egoísta, mentiroso, falso… Y el escéptico, el que no cree en nada y no colabora con nadie. Todo ha derivado en un significado que no tiene casi nada que ver con el original. Y el escéptico se entiende como alguien que no cree en nada y desconfía de todo. Pero la palabra en sí, “skepsis”, significa “investigar”, “seguir buscando”. En realidad no es que no no busquen la verdad o que no busquen cómo son las cosas…
JULIO ROMERO: Y “skeptome” en griego moderno significa “pensar”…
DANIEL: ¿Hoy en día, significa “pensar”?
JULIO: Sí, ni siquiera “investigar”, simplemente “pensar”.
DANIEL: Pues, fíjate, mejor todavía. Lo han mejorado con el paso del tiempo. Pues sí, ese es el significado.
σκέψη, skepse, pensamiento
Sabios ignorantes y felices
Daniel Tubau nos propone pasear de la mano de los escépticos para llegar al conocimiento admitiendo nuestra ignorancia. Además, nos revela que a través de la duda podemos encontrar un camino hacia la felicidad.
El libro
¿Cuál es la fuente de los saberes humanos? ¿Podemos vivir sin certezas?
¿Con qué criterios podemos aceptar que lo que conocemos sea verdadero o falso?
¿Sirve el escepticismo para lograr una vida mejor?
En las últimas décadas, para alcanzar la verdad o la tranquilidad interior, se han reivindicado casi todas las escuelas de la sabiduría antigua: desde los estoicos a los cínicos, desde los epicúreos a Platón y Aristóteles, pasando por los taoístas chinos, los budistas del zen japonés o el yoga indio. En esta recuperación constante de los clásicos tan solo parece faltar la escuela escéptica.
Una obra de singular importancia que reconstruye el pensamiento de los escépticos grecolatinos, dirigida por igual a iniciados y profanos.
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Daniel Tubau
Daniel Tubau nos propone pasear de la mano de los escépticos para llegar al conocimiento admitiendo nuestra ignorancia. Además, nos revela que a través de la duda podemos encontrar un camino hacia la felicidad.
Daniel Tubau es escritor, guionista, director de televisión y profesor de literatura, creatividad y guion cinematográfico. Ha escrito cuentos de terror, antologías de ciencia ficción y ensayos acerca de temas tan diversos como el arte de la estrategia china antigua, los mitos griegos, la historia de las sociedades secretas, la infidelidad o la persuasión, entre otros. En Ariel ha publicado Las 36 estratagemas chinas, El arte del engaño, Cómo triunfar en cualquier discusión y No tan elemental.