Los swifties es un juego del que habla Stephen King en Mientras escribo, sus memorias .
Según parece, el juego se les ocurrió a King y sus amigos porque leían a un tal Victor Appleton II, que escribía novelas protagonizadas por un héroe llamado Tom Swift. Appleton siempre usaba adverbios explicativos en las acotaciones de los diálogos, del tipo:
_No seas tonto -dijo despectivamente Utterson.
_Mi padre me ayudó con las ecuaciones -dijo modestamente Tom.
_¡Haced conmigo lo que queráis -dijo valientemente Tom.
Estas acotaciones como se ve, son casi siempre redundantes e innecesarias.
Así que King jugaba con sus compañeros a hacer swifties, cuanto más absurdos mejor, como:
_Salgamos del camarote -dijo encubiertamente.
(Yo creo que es mejor con una pequeña variación: “Vayamos al camarote -dijo encubiertamente”.)
-¡Maldito seas! -maldijo Tom.
Sin embargo, King reconoce que él mismo cometió ese error y por eso dice aquello de “Haced lo que digo, no lo que veis que hago” (dijo el cura).
En una ocasión, a Ana Aranda se le ocurrió un swiftie buenísimo a partir de la célebre paradoja de la espontaneidad de la que habla a menudo Paul Watzlawick («¡Sé espontáneo!»):
SWIFTIE DE Ana:
–Sé espontáneo -ordenó él.
Es buenísimo.
Para participar en el juego de los swifties sólo tenéis que pulsar en enviar un comentario y escribir vuestro swiftie.
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