Elogios y críticas

|| Franz Brentano \3

En sus obras, Franz Brentano a menudo alaba y censura  a los filósofos y a las escuelas filosóficas.

Hay que tener en cuenta que esta crítica se refiere casi siempre a la manera de filosofar, es decir a la orientación y el método. Brentano, como yo y como cualquier persona razonable, a veces aprecia obras e ideas que proponen algunos filósofos a pesar de que rechace su orientación fundamental, sus sistemas, su epistemología o su metafísica.

Supongo que Brentano también disfrutaría a veces, como lo hago yo, leyendo obras con las que no estaba de acuerdo, pero que le resultaban estimulantes de algún modo. En mi caso, puedo decir que muchos de los filósofos que me resultan más estimulantes y con lo que paso mejores ratos muchas veces están muy alejados de mi manera de pensar.

Podría pensarse que eso se debe a un cierto gusto por la polémica o por la discusión, o a que el enfrentamiento es más entretenido que el asentimiento, pero, después de reflexionar un poco, he llegado a la conclusión de que no se trata de eso, o no tan solo de eso. Creo que tiene que ver más con el estilo: los filósofos con los que disiento pero a los que leo son aquellos que escriben bien y que argumentan con interés y claridad, con ingenio y fuerza.

Pondré algún ejemplo.

Estoy por completo alejado de la creencia en Dios de Descartes (si es que no fingía esa creencia, hipótesis muy probable) y también de lo que Angus Graham y Gilbert Ryle llamaban la superstición  occidental, es decir, la insensata distinción entre una sustancia pensante (res cogitans) y una sustancia material (res extensa), pero siempre es un placer leer a Descartes, incluso  cuando se desliza por las falacias más groseras y empieza a desvariar acerca de un demonio maligno  que le engaña pero que no es capaz de engañarle del todo. Y es cierto que también  es un placer discutir con alguien, al menos cuando sabes qué es lo que pretende defender. Cuando este requisito no se da y me encuentro frente a pensadores ilegibles, algunos porque desean ser ilegibles a propósito, otros por simple incompetencia, como Lacan, Deleuze y tantos otros, muchos de ellos franceses (hay que reconocerlo, mal que me pese, después del ejemplo de tantos grandes escritores franceses como Montaigne, Diderot, Voltaire o el propio Descartes), pues bien, cuando me encuentro con estos filósofos ilegibles, el placer se diluye porque nunca me ha seducido la idea de usar el lenguaje como adormidera o somnífero, y  ya no me interesa tanto discutir con ellos, porque el trabajo de desciframiento me fatiga antes de que logre descubrir si estoy de acuerdo o en desacuerdo con ellos: eso sí, suelo descubrir (si es que hay algo discernible en sus reflexiones), que estoy en desacuerdo. Me doy cuenta ahora de que, incluso al escribir acerca de ellos, yo mismo me hago enrevesado y alambicado.

 

El fantasma en la máquina -Erika-Iris-Simmons: Jimi-Hendrix-out-of-Cassette.jpg (https://www.flickr.com/photos/iri5/3106069484)

He aquí una lista de algunos de los filósofos que Brentano elogia y censura:

ELOGIOS: Aristóteles, Aquino, Leibniz, Descartes, Locke, Condillac, Francis Bacon, los jonios, Franklin, Darwin, Haeckel.

CENSURAS: Kant, Hegel, Schelling, Fichte, Duns Scoto, Amonio Saca, Plotino, Porfirio, Jámblico, Proclo, los neoplatónicos.

Supongo que cuando escribí esto, dí mi opinión acerca de unos y otros, pero en general, diría que comparto cada una de las listas. Es  cierto que he  disfrutado con Plotino, Jámblico y algunos neoplatónicos, aunque quizá deba atribuir ese placer a alguna curiosa perversión filosófica. De Duns Scoto también tengo una buena opinión, aunque debería ponerla a prueba, y de Aquino quizá mi opinión no sea tan buena como la de Brentano, aunque al menos sí es uno de esos filósofos con los que he disfrutado mucho. A Proclo y a Porfirio los he leído poco como para poder opinar, aunque me interesan; ese interés debe en gran parte sin duda a que se trata de filósofos antiguos, es innegable: hoy estarían casi sin ninguna duda en la categoría  de los ilegibles rimbombantes y fabricantes de humo para incautos.

Continuará…


[Escrito antes de 1993]

NOTA en 2016: escribí estos textos, como notas personales, una especie de fichas de filósofos que iba leyendo, antes de 1993, es probable que en 1987 o quizá en 1990, no sé si antes o después de estudiar Filosofía. Su carácter de notas personales hace que la redacción sea pobre y tenga poco interés, excepto para mí mismo en el estudio de la evolución de mi pensamiento. Pero iré subiéndolo poco a poco aquí y quizá comente alguna cosa que se me ocurra. El texto en marrón lo he añadido ahora. No tiene ninguna intención de ser una presentación válida o rigurosa del pensamiento de Brentano.


cuadernodefilosofia

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