¿Cómo debe ser una página web?

Hay millones de páginas en Internet y cientos de miles de Weblogs. Son muchos los que han advertido acerca de esta proliferación en la que junto a cosas interesantes, útiles o hermosas se mezcla todo tipo de basura y ruído. Para poner remedio a esto, algunos expertos proponen ideas que permitan al cibernauta no contribuir con más páginas inútiles a la Red.

Uno de los más famosos expertos es Jakob Nielsen, promotor de la usabilidad. La usabilidad examina cómo son las páginas Web en función de lo que pretenden y de la facilidad de uso para el usuario al que van destinadas. Así, es célebre el ejemplo de una página de una importante empresa (creo que APPLE) en la que se ofrecía un catálogo de sus productos para venta a través de internet, pero que se olvidó de poner un botón COMPRAR.

Un test de usabilidad consiste en observar a unos cibernautas cualesquiera moverse por la página web que les proponemos. ¿Qué sucede? De pronto descubrimos que lo que a nosotros nos parecía tan evidente está lejos de serlo, que esos usuarios no encuentran los enlaces, que no saben como moverse entre las páginas, etcétera.

Otro aspecto relacionado con la proliferación de páginas de todo tipo es el de la estandarización. El mundo de Internet ha desarrollado un lenguaje propio, que permite que los usuarios, aunque pertenezcan a distintas culturas y países, se puedan mover con relativa facilidad por el mundo de la red. Así, en el navegador de Netscape, una flecha que señala a la izquierda quiere decir que vas a la página anterior si pulsas en ella. En casi todas las páginas, una flecha como esa siempre indica que retrocedes, por ejemplo, que vas de la página 45 a la 44 de la Divina Comedia electrónica. Pero si la flecha señala hacia la derecha, entonces irás a la página 46. Sin embargo, sería absurdo pensar que en algún lugar se halla esa Divina Comedia electrónica con sus páginas ordenadas de izquierda a derecha, en una larga hilera que tú vas recorriendo. Es simplemente un código intuitivo, que entendemos fácilmente, del mismo modo que entendemos que el autor de un ensayo impreso en papel escriba: «Cómo dije más arriba…», a pesar de que eso que nos dijo «más arriba» quizá estaba en la parte inferior de la página 32 y nosotros estamos leyendo la parte superior de la página 33 (la costumbre procede de los libros antiguos en forma de rollo, en los que, efectivamente, lo anterior estaba más arriba y lo siguiente más abajo).

Bien, quiero ser breve, así que sólo mencionaré un ejemplo más de consejos para un buen uso de Internet, referido a los WEBLOGS, BLOGS o BITÁCORAS, es decir, a los Diarios en la Red. Cada vez hay más weblogs en los que los autores nos hablan de todo un poco: de la conjunción entre Saturno y Acuario, de lo que opinan de Bush o de Aznar, o de con qué humor se han levantado por la mañana. A menudo, hay un montón de palabras y pocas cosas realmente interesantes, así que están empezando a aparecer artículos de personas que recomiendan cómo hacer un weblog interesante. Por ejemplo Write a better Weblog, por Dennis A.Mahoney.

¿Cuál es mi opinión al respecto? Mi opinión es que me gustan muchos de los consejos que se dan en las páginas acerca de la usabilidad o acerca de cómo escribir un weblog, y creo que seguir los códigos estandarizados ahorra un montón de confusión y problemas a los cibernautas. Sin embargo, creo que Internet no tiene por qué ser de ninguna manera concreta. Nunca me ha molestado eso que llaman «proliferación de basura», por la sencilla razón de que esa es una idea muy subjetiva: a mí me puede resultar muy interesante algo que a otros les resulta insípido o estúpido. Quizá yo he decidido hacer una investigación acerca de los hábitos mañaneros de los weblogers para compararlo con los de los escribas sumerios, y encuentro del máximo interés todas esas consideraciones acerca de si el mundo es horrible antes de un café o de si no soy un ser humano hasta que me doy una ducha.

No veo, insisto ningún problema en que haya muchas cosas: eres tú quien tiene que elegir. Hay muchos que se lamentan de que Michael Jordan siga jugando al baloncesto cuando ya no está a la altura de su leyenda o de que Borges «concediera demasiadas entrevistas». Yo no veo el problema por ninguna parte: si te gusta la época de máximo esplendor de Michael Jordan, puedes ver una y otra vez sus partidos de hace ocho años. Si sólo te gustan los libros escritos por Borges y las tres primeras entrevistas que concedió, no leas las que vinieron después. Todos estos lamentos acerca de la multiplicación de los libros («Se escriben decenas de libros que nunca deberían publicarse») sólo parecen esconder un cierto tipo de frustración. Del mismo modo, quienes se lamentan de que haya tantísimas cosas interesantes que «nunca podrán llegar a conocer» muestran seguramente su egocentrismo: si realmente les gusta conocer cosas, mientras más haya, más placer a la vista.

La falta de tiempo a menudo es realmente lamentable, pero peor sería que sobrase tiempo y faltasen intereses.

Para terminar: creo que la Red no es ni esto ni aquello, que es un medio en el que se puede ofrecer y encontrar cualquier cosa, creo que es lo mejor que ha ocurrido en muchos años y que es un placer poder disfrutar de ello, aunque todavía no sepamos cómo se debe hacer y usar (espero que no lleguemos a descubrirlo nunca del todo). No estoy en contra de los consejos acerca de la usabilidad en los weblogs y a menudo los sigo. También, en principio, soy partidario  de los estandares, porque me gusta poder comunicarme con los demás (esa es una de las principales funciones del lenguaje, supongo, a pesar de lo que se ve en Krazy Kat 3). Sin embargo, esta página personal la hago fundamentalmente para mi propio placer, así que prefiero que en ella no haya enlaces azules subrayados. Si la hiciese para vender algo, probablemente pondría enlaces azules subrayados. Por otra parte, todavía no sé hacer casi nada, así que muchas de las cosas que están mal hechas no están mal hechas a propósito (esta es una tendencia reciente en el diseño actual), sino que se deben sólo a mi torpeza y mal gusto.

Me doy cuenta de que este artículo es también muy torpe, así que aclararé algunas cosas en otro artículo más pausado (este lo escribo de corrido en Dreamweaver, porque no sé cómo hacerlo en Word y luego ponerlo aquí), que se llamará algo así como: ¿Qué es internet y para qué sirve?.

Voy a añadir una sección en la página que se llamará Il Saggiatore, en la que iré subiendo («subiendo» es parte del nuevo lenguaje de Internet) ensayos de todo tipo, aunque los primeros tratarán sobre temas relacionados con la Web, supongo. Otro que ya he empezado a escribir es: «¿Por qué el mundo digital no es digital?»

 [Publicado en 2003]

esto es el estándar de un enlace (pero no es un enlace)

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