Pescando en internet
Solemos pensar en internet como una ventana o muchas ventanas. El sistema operativo Windows se nutre de esa metáfora abierta a un mundo casi infinito.
También comparamos internet con una autopista de la información, que recorremos a toda velocidad, en busca de nuevos alicientes estímulos.
Sin embargo, una metáfora más cercana y precisa es la de una caja de ganchos: nuestro ordenador, nuestra pantalla, ya sea de un teléfono móvil, de una tablet o de un ordenador de sobremesa, es un caja desde la que podemos lanzar ganchos y cuerdas que nos traen algunas de esas cosas que giran incensantemente, minuto a minuto, alrededor de la Tierra. Agarramos una cuerda y tiramos hacia nosotros, trayendo a nuestra caja-pantalla lo que el anzuelo o gancho ha atrapado en la red.

Para precisar la metáfora, podemos comparar la red mundial de ordenadores conectados, como solía denominarse en sus inicios, como un río o un sistema de lagos, estanques y pantanos conectados en el que lanzamos el anzuelo de nuestra búsqueda para capturar a algunos de los peces o paquetes de información que navegan de uno a otro lado, o que permanecen en un tanque de agua o servidor. La única diferencia es que cuando capturamos un pez de bits no impedimos que siga nadando en la red mundial e incluso podemos crear una réplica para que también nade en nuestra pecera o disco duro.
En cualquier caso, al margen de los matices que se le puede poner a la metáfora, internet no parece ser una autopista por la que nos desplacemos para encontrar algo y tampoco una ventana, a no ser que ampliemos mucho el sentido y las características de una ventana.
FUTURO Y MUNDO DIGITAL

