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El pesimista optimista
Frente a un equívoco frecuente, creo que hay que distinguir entre el optimismo y el pesimismo en cuanto actitudes ante la vida y, como cosa diferente, entre una valoración optimista o pesimista acerca de una situación determinada. El optimismo y el pesimismo al que me refiero es una actitud ante la vida o estados de ánimo, transitorios o permanentes, pero no a descripciones ni valoraciones acerca de uan situación. Si alguien examina la situación en muchos países de África, difícilmente podrá extraer una “conclusión optimista”, si entendemos optimista como sinónimo de “positiva”. Por fuerza su conclusión ha de ser negativa y pesimista. Esa manera de entender optimismo y pesimismo como…
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Y finalmente… el efecto nocebo
El nocebo es el efecto contrario al placebo: se produce cuando estamos tan absolutamente convencidos de la poca efectividad de una medicina que conseguimos disminuir sus virtudes.
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El efecto placebo y algo más (o menos)
Recientes investigaciones parecen mostrar un resultado aún más asombroso del efecto placebo: en algunos casos funciona incluso si el paciente sabe que está tomando un placebo, es decir, incluso si sabe que es mentira que el medicamento sea efectivo.
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Los libros de autoayuda
Cualquiera es libre de comentar las historias y consejos de la sabiduría o tradicional, pero es una pena que se conviertan en trivialidades y en verdades dichas con una boca muy abierta por el asombro. En mi opinión, hay que hacer precisamente lo contrario: que esas ideas se hagan más sugerentes, que se unan a otras con las que parecían no tener relación, que mantengan su carácter ambiguo y paradójico.
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Un optimista es sólo un pesimista…
Las cosas están cambiando y ahora resulta que los optimistas están mejor informados que los pesimistas, algo que ya sabíamos quienes nos situábamos más cerca del optimismo que del pesimismo, precisamente porque estábamos mejor informados.