Yu Di, el emperador de Jade

Orígenes mitológicos de China

Emperador de jade

Antes de que China se convirtiera en China, con la unificación llevada a cabo por el reino de Qin en el año -221, hubo una época en la que aquel territoriuo se llamó la tierra de los Zhou. Pero antes de los Zhou reinaron los Shang, y antes de los Shang, los Xia, que es una dinastía que todavía permanece entre las brumas de la leyenda, pues estamos hablando de épocas situadas más allá del año 2000 antes de nuestra era, aunque se empiezan a encontrar indicios de la existencia de la epoca xia.

Pues bien, los chinos consideran que antes de los Xia existieron ciertos personajes que, aunque reciben el nombre de emperadores y augustos, están más cerca de la mitología que de lo legendario, pues muchos de sus rasgos parecen más celestiales o demoníacos que humanos. La cronología de estos seres ofrece muchas variaciones y confusión, pero algunos mitos chinos aseguran que el primero de esos seres que dieron origen a las primeras civilizaciones era Yu Di, el Emperador de Jade.

Evemero de Mesina (Sicilia), que vivió hacia el -330. El evemerismo busca el origen de los mitos en lejanos recuerdos de hechos históricos.

El problema es que las historias que se refieren del Emperador de Jade son muy posteriores a los primeros mitos chinos y han sido tan adornadas y recargadas por la influencia india posterior y las evoluciones mágicas y místicas de un taoísmo ya muy evolucionado, que resulta muy difícil separar los rasgos originales del mito. Aquí voy a contar su historia tal como suele ser presentada, y más adelante intentaré aislar el germen original. Me interesa el Emperador de Jade en relación con el origen de la civilización china y por su posible relación con los pueblos que con el tiempo se convertirían en China, pero, como ya he dicho, es muy probable que nada de lo que se cuenta de él nos sirva en esta investigación evemerista, excepto quizá por alguna de esas carambolas que a veces se producen en la transmisión de los mitos, cuando un mito reciente conserva de alguna manera un detalle perteneciente a otro mito perdido.

Yu Di

Al parecer, el Emperador de Jade era una figura casi sin importancia o incluso inexistente en la tradición china primitiva, pero que se convirtió en una de las principales deidades taoístas, tal vez durante la dinastía Tang (618-907). En la dinastía posterior, la Song, el emperador Shenzong aseguró que había visto al emperador de Jade durante una noche del año 1007, y a partir de entonces su culto se hizo oficial y muy popular.

El mito de Yu Di nos asegura que este personaje no apareció de la nada, sino que era el príncipe heredero del Reino de la Dicha Pura y de las Majestuosas Luces y Ornamentos Celestiales. Era hijo o al menos ayudante de Yuanshi Tianzun, el Venerable Celeste del Comienzo Original.

Su historia acumula adjetivos y cifras mareantes más propios de la India que de China, en los que se detecta la influencia que supuso la llegada del budismo a China y que hace casi imposible distinguir, como ya he dicho, el mito original de su adorno posterior. Lo resumiré brevemente: tras una vida en la que demostró benevolencia y atención constante hacia sus semejantes desde el trono de su reino, decidió retirarse para dedicarse a la contemplación o a la búsqueda del Tao. Tras 211.708.000 años, consiguió la Inmortalidad Dorada, para después transformarse en el Emperador de Jade.

A pesar de todo el aspecto grandielocuente y celestial del mito, hay detalles que nos pueden hacer sospechar en el recuerdo lejano de luchas entre pueblos históricos. En especial un mito que se refiere a la época en la que Yu Di todavía no había alcanzado todo su poder.

Yu Di y el demonio

Se cuenta que Yu Di vagaba por la tierra, intentando mejorar su propio ser y que ya había hecho más de 3200 intentos en este camino de perfección, cada uno de tres millones de años. Al mismo tiempo, una criatura malvada quiso hacerse con el poder sobre el universo y empezó a acumular poder durante millones y millones de años. Hay que tener en cuenta que en la India está muy extendida la idea de que mediante la meditación o tapás, un sabio puede acumular un poder superior al de los mayores dioses. Después de tres mil intentos, aquel ente maligno se unió a todo tipo de criaturas demoníacas y asaltó el Cielo. Lo conquistó, tras vencer a los Tres Puros.

El Emperador de Jade, que estaba en ese momento luchando contra diversos monstruos en la tierra, percibió lo que había sucedido en el Cielo y ascendió para enfrentarse a la criatura maligna, a la que logró vencer gracias a su benevolencia, pues sus poderes eran semejantes. Una vez vencido el demonio, el Emperador de Jade fue proclamado Ser Supremo del Universo.

Por otra parte, el Emperador de Jade fue también el creador de los seres humanos, a los que fabricó a partir del barro. Lamentablemente, los puso a secar al sol, pero comenzó a llover y las figuras se estropearon bastante, lo que explica el origen de las enfermedades y las deformidades físicas de nacimiento.

También se atribuye al Emperador de Jade la creación del zodiaco chino, cuando convocó en el cielo a los animales. Aunque uno de ellos tenía que ser el gato, no pudo presentarse allí por culpa de la rata y su lugar fue ocupado por el cerdo. Aunque la función del mito es clara y no parece nada terrenal, sino más bien astronómica, no hay que descartar el considerar a esos doce animales como totémicos, quizá en representación de clanes primitivos. Volveré a hablar de este asunto al tratar de Fu xi y su hermana y/o esposa Nüwa.

Existen otros mitos relacionados con Yu Di, que se podrían investigar en busca de lejanas huellas de acontecimientos históricos, como el que cuenta como su hija Zhinu, la costurera celeste, se enamoró de un pastor llamado Niulang. En este tipo de mitos a veces se puede encontrar el lejano eco del contacto entre pueblos agricolas y ganaderos, aunque la historia del pastor Niulang y la costurera Zhinu suele emplearse con carácter cosmológico, para explicar un fenómeno que se puede observar en la Vía Láctea.

En cualquier caso, el sucesor de Yu Di como gobernante del universo fue Yùchén Tianshi, es decir, el Maestro Celestial del Amanecer de Jade de la Puerta Dorada.

 

Emperador de Jade Portraits_of_Jade_Emperor_and_the_Heavenly_Kings
El Emperador de Jade y los soberanos celestiales.

YU DI, EL EMPERADOR DE JADE

chino: 玉帝, pinyin: Yù Dì.

También llamado Yu Huang o Augusto de Jade (玉皇, Yù Huáng).

Otros nombres: Emperador Augusto de Jade (玉皇上帝, Yù Huáng Shàngdì) o Gran Emperador Augusto de Jade (玉皇大帝, Yù Huáng Dàdì). Los niños le llaman Abuelo Celestial (天公, Tiān Gōng).

 

 

 


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