¿Una hipótesis innecesaria?

 Noam Chomsky consiguió lo que no lograron Descartes (con sus ideas innatas) o Jung (con sus arquetipos y su inconsciente colectivo). Logró que los científicos lo tomaran en serio, a pesar de que se limitó a formular una hipótesis sin más y no se molestó en proponer ninguna manera razonable de ponerla a prueba, más allá de algunas comparaciones entre lenguas diversas.

La razón por la que Chomsky recibió este asombroso trato de favor por parte de la comunidad científica quizá se deba a que su gramática innata se diferencia de los innatismos anteriores, como el de las Ideas platónicas, porque considera que el origen de la gramática innata es puramente material y naturalista. Es decir, la gramática innata  de Chomsky es un resultado de la evolución, algo que Jung nunca dejó muy claro en relación con sus arquetipos.

En definitiva, la gramática innata de Chomsky pretende ofrecer una manera racional de explicar por qué los seres humanos son capaces de aprender el lenguaje.

Tengo que admitir que no sé si la teoría de Chomsky es correcta o no. Sería muy interesante descubrir que sí lo fuera y que poseemos una gramática innata, porque eso daría lugar a interesantes preguntas acerca de la evolución y acerca de la organización cerebral. Sin embargo, hay que insistir en el hecho de que la gramática innata de Chomsky sigue siendo a día de hoy una teoría no  comprobada. En lenguaje estrictamente científico, se trata de una hipótesis, no de una teoría.

Ahora bien, en el estado actual de la investigación, mi opinión es que la hipótesis de la gramática innata es innecesaria. No creo que resulte indispensable para explicar por qué somos capaces de aprender y manejar un lenguaje.

Por otra parte, la gramática innata tiene una inquietante cercanía con otras teorías innatistas, con propuestas más o menos atrevidas que a primera vista parece que explican muchas cosas, pero que en realidad no explican, sino que describen algo, con el problema añadido de que ese algo que describen tal vez sea solo un ente imaginario. Un ejemplo de este estilo de pensamiento es la hipótesis de los arquetipos de Jung.

Continuará

 

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