Tucídides y Maquiavelo: las lecciones de la historia || Tucídides y la democracia /16
A menudo se ha comparado a Tucídides y a Maquiavelo. En primer lugar, por su manera de presentar las razones que llevan a los hombres y a los Estados a la guerra; en segundo lugar, porque se ha considerado que Tucídides, como Maquiavelo en El Príncipe, pretendía hacer de su obra un manual de política práctica.
Algo de esto último parecía verse en lo que dice Tucídides de que gracias a su historia se podrá juzgar y saber de otras cosas tales y semejantes que podrán suceder en adelante»; Por otra parte, Carlos V llevaba la historia de Tucídides en sus campañas, como Alejandro la Iliada.
Karl Reinhardt ha dicho acerca de Tucídides y Maquiavelo:
«Los dos son grandes patriotas; los dos fueron menospreciados como políticos por su patria; el ateniense estuvo desterrado durante veinte años. Para ambos la moral y el poder son dos magnitudes que no emplean los mismos módulos… A los ojos de ambos, la historia es tratada como un libro de texto para futuros políticos, para los cuales ellos escriben».
Sin embargo, esta última opinión parece actualmente descartada, a pesar del texto de Tucídides que cité en una entrada anterior, y que he repetido en parte un poco más arriba. Yo creo que, efectivamente, no se puede considerar la historia de Tucídides como un manual para políticos, pues, como señala Roussel, a pesar de que Tucídides promete formular leyes generales, a la hora de la verdad apenas formula ninguna, excepto la de que es «un principio natural que el débil sea dominado por el fuerte», y su insistencia en el deseo de poder.
Continuará…
TUCÍDIDES Y LA DEMOCRACIA

