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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Sócrates y los filósofos discutidores
Algunas opiones acerca de Tucídides y la guerra entre Esparta y Atenas
Sacro y profano CUADERNO DE VENECIA
¿Inventó Coca-Cola la felicidad?
El buenánimo de Demócrito y los peligros de la envidia
Es más fácil ver que escuchar
¿Ataca Tucídides a Pericles?
David Hume
Platón, ¿creador de la filosofía evasiva?

Tertuliano y Chesterton

 

Tertuliano, uno de los primeros apologistas del cristianismo, nacido en Cartago hacia el año 155, decía que Dios era material.

Se oponía a todo intento de conciliación con la sabiduría greco-romana y pensaba que lo grande del cristianismo era precisamente su irracionalidad: la muerte del hijo de Dios es creíble porque es contradictoria, y su resurrección es cierta porque es imposible. Se ha hecho célebre su frase Credo quia absurdum (Creo por que es absurdo), aunque en ssu escritos la expresión que se halla es Credo quia ineptum. Finalmente, acabó en la herejía, adhiriéndose al montanismo.

A veces pienso que Tertuliano era una especie de Chesterton de la Antigüedad: basta recordar aquella historia del día que Chesterton entró en una iglesia rural, oyó un sermón disparatado del párroco y salió convencido de la verdad del cristianismo, pues «si diciendo tonterías como estas ha logrado sobrevivir casi dos mil años, es que es la verdad».


Herejías medievales

Herejías medievales

Es muy comprensible que hubiera herejías en la Edad Media. L doctrina estaba en manos de sacerdotes que tenían una Biblia que interpretaba como Dios le daba a entender, es decir, de cualquier manera.

Creer en Dios y creer en conspiraciones, ¿modos de pensamiento correlativo?

Creer en Dios y creer en conspiraciones, ¿modos de pensamiento correlativo?

En el pensamiento de los conspiro-paranoicos y los creyentes se pone en correspondencia cualquier hecho observado en el mundo, pero no con otro hecho coincidente, espacial o temporalmente, sino con un ente o termino inventado.

¿Es posible dialogar con un creyente?

¿Es posible dialogar con un creyente?

Cuando se discute con un creyente, tiene lugar eso que los psicólogos llaman el punto ciego: existen regiones intelectuales, temas o cuestiones en la que todos dejamos de razonar de la manera en que lo hacemos normalmente.

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Tertuliano y Chesterton