
La lógica está desprovista de sentimiento.
Esa tal vez sea una de las claves del poder del relato y de la narrativa: hay sentimiento en ellas.
Aparte de la teoría de la mente corporeizada de Lakoff, más recientemente Damasio ha examinado la importancia de las emociones en el pensamiento, incluso en el razonante y lógico.
El ejemplo más claro es el de aquel paciente cuyo cráneo fue atravesado por una barra de acero y que perdió la capacidad empática, lo que le hizo incapaz de hacer planes para el futuro y se arruinaba en los negocios.
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