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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Sócrates y los filósofos discutidores
Algunas opiones acerca de Tucídides y la guerra entre Esparta y Atenas
Sacro y profano CUADERNO DE VENECIA
¿Inventó Coca-Cola la felicidad?
El buenánimo de Demócrito y los peligros de la envidia
Es más fácil ver que escuchar
¿Ataca Tucídides a Pericles?
David Hume
Platón, ¿creador de la filosofía evasiva?

Lichtenberg y Kierkegaard

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Oh, lectora curiosa que te quedaste intrigada al pensar qué tenían en común Lichtenberg y Kierkegaard, ha llegado el momento de saberlo. Resulta que los dos eran jorobados. Dice la leyenda que Lichtenberg era pequeño y jorobado porque de pequeño se le cayó de los brazos a una niñera, pero Gladys Anfora, de quien tomo gran parte de estos datos, dice que eso seguramente es mentira y que Lichtenberg probablemente padeció raquitismo.

aTambién parece cierto que esta deformidad causó bastantes sufrimientos a Lichtenberg, a pesar de que incluso aprovechó este defecto para agudizar su ingenio:

«En mi el corazón está por lo menos un pie más cerca de la cabeza que en los demás hombres; de ahí mi gran equidad. Las decisiones pueden ratificarse todavía calientes»

«No sé si siento más vivamente que los demás o si puedo soportar menos la injusticia o si saco conclusiones más rápidas a causa de mi pequeña estatura, puesto que la sangre está todavía bien caliente cuando va del corazón a la cabeza»

En sus clases como profesor de física «para disimular su joroba, caminaba y escribía en el pizarrón de costado, no dando jamás la espalda a sus alumnos».

Lichtenberg

 CUADERNO DE FILOSOFÍA


Cómo no ser un cenizo

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Reconozco que siento una gran afición por los pensadores que se muestran optimistas y que me aburren los depresivos y cenizos. El cenizo es aquella persona que no sólo sufre, sino que consigue fastidiar a los demás con su sufrimiento…

La búsqueda de la felicidad

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«Hay gente que dice que la vida no es más que un tejido de desgracias; lo cual viene a decir que la existencia es una desgracia; mas si la vida es una desgracia, la muerte es todo lo contrario: la…

La fama póstuma de Lichtenberg y la aviación

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Además de las buenas ideas que ofrece en sus aforismos, Lichtenberg era célebre por su capacidad predictiva, especialmente en el terreno de la psicología, pero ahora citaré un aforismo asombroso y certero: «¡Cómo se olvidarán algún día nuestros nombres por los…

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Lichtenberg y Kierkegaard