Las dos sustancias: alma y cuerpo

Después de establecer el Cogito ergo sum («Pienso luego soy»), Descartes afirma en sus Principios de filosofía:

«A partir de aquí se conoce la distinción entre el alma y el cuerpo, es decir, entre la cosa pensante y la corporea» (Punto 8).

Esto me parece un salto argumentativo bastante grande, que quizá se podría justificar, pero que no está justificado en el texto.

Cuando Descartes afirma que nuestra naturaleza es pensamiento, no debería olvidar que dependemos hasta  tal punto de nuestro cuerpo que sin él morimos, o al menos eso parece.

 

Comentario en 2012
Supongo que en estas notas a los Principios de Filosofía de Descartes, escritas en 1990, volví a hablar de este asunto, así que aquí sólo aclaro que me refería entonces a que deducir a partir del «Pienso luego soy» la distinción entre alma y cuerpo (entre sustancia pensante y sustancia extensa o res extensa y res cogitans en la propia terminología de Descartes) es un salto de proporciones descomunales, completamente injustificado y que es una de las extrañas e incomprensibles distorsiones que el propio Descartes hace de su método de la duda.

Si Descartes o yo, o cualquiera, pudiera pensar sin usar el cuerpo, entonces podría llegara a decir con toda tranquilidad:  «Pienso al margen de mi cuerpo, luego no hay necesidad de tener o de ser un cuerpo para pensar».

Pero es evidente que tal cosa no le sucedió a Descartes, ni a mí, ni a nadie, que se sepa.

Podríamos establecer una comparación con los modernos computadores: en la pantalla de un computador puede aparecer el siguiente mensaje:

«Pienso luego soy»

Lo que no quiere decir ni que el computador piense ni que pueda deducir a continuación:

«Puesto que en mi pantalla aparece la frase «Pienso luego soy» entonces mi pantalla piensa sin necesidad de ningún circuito electrónico».

Porque, si desenchufamos la pantalla del ordenador, ¿qué sucede? El mensaje y toda la estupenda deducción desaparecen.

Con esto no pretendo decir que el alma se equipare a una pantalla de ordenador y el cuerpo al propio ordenador, sino tan sólo mostrar lo que sería un razonamiento tan erróneo como el de Descartes: que las pantallas de ordenador pueden procesar y escribir mensajes por sí mismas.

En vez de imaginar que es el ordenador quien deduce todo eso, simplemente podemos imaginar que lo deducimos nosotros: «Puesto que en la pantalla del ordenador aparece este texto, entonces ese texto es creado por la pantalla». Algo que sólo podría aceptarse en plan de broma si se tratase de un ordenador-pantalla como el iMac.

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 [Los  principios de  la filosofía, de Descartes]

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Descartes

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2 Comments

  • Angelina Girón

    Es evidente, que sin cuerpo, sin cerebro, no se puede pensar, lo que corrobora la frase de Descartes «Pienso luego existo». Pero tengo una duda respecto a esto:una persona en situación terminal, pero totalmente cosciente y viva, para que tenga una muerte dulce se la seda. Me aseguran que está totalmente dormida y que no se entera de nada en absoluto, de nada.Que no piensa en nada, pero resulta que hasta que se le para el corazón no ha muerto y para esto han de pasar varias horas. Entonces que pasa¿ le han dormido el cerebro para que no piense, del mismo modo que el resto de su cuerpo, para que esté inconsciente ? En este caso, la muerte del cuerpo, como se entiende normalmente, sobreviene bastantes horas despues, cuando deja de respirar al pararse el corazón. Este es un caso en el que diríamos» no pienso pero existo». Es un gran misterio.

  • danieltubau

    Hola Angelina.
    Interesante reflexión.
    Creo que antes habría que aclarar un posible equívoco o ambigüedad en la frase de Descartes. Descartes se da cuenta de que existe porque piensa y eso le hace llegar a la conclusión de que existe la sustancia pensante y la sustancia corporal. Pero eso no quiere decir que la causa de su existencia sea el pensamiento, por ejemplo. Es lo que se llama en lógica, si no me equivoco, una condición suficiente pero no necesaria. Es decir:
    1. Se puede existir sin pensar
    2. Pero no se puede pensar sin existir.
    Si uno piensa, entonces existe. Pero eso no impide que existan cosas como las piedras, que no piensan.
    Con eso creo que respondo a lo que sugieres de un cuerpo vivo todavía pero que no piensa.
    El problema con lo de Descartes es cómo diablo ha llegado a la conclusión de que el hecho de pensar y el hecho de existir prueban que existe una sustancia pensanete separada del cuerpo. Más adelante en estos comentarios se verá cómo intenta unir esas dos sustancias (alma y cuerpo), lo que también es bastante complicado. Es decir, ¿por qué Descartes deduce la existencia del alma? Por qué no cree que el pensamiento también se podría explicar tan sólo recurriendo al cuerpo, a lo material. Con más razón si, como tú también dices, no se conoce ningún caso de pensamiento sin cuerpo.
    Por otra parte, y como curiosidad, hace unos días, los médicos de una persona que llevaba mucho tiempo en coma lograron hablar con ella mediante estimulación cerebral y resulta que respondió y además respondió que se sentía bien. Eso nos acerca a un cuento muy intersante de Philip K.Dick: Ubik. Como el asunto es interesante, voy a convertir estos comentarios en una entrada, explicándolo un poco más. Un abrazo y gracias

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