La regla de oro de Lichtenberg
Lichtenberg:
“Una regla de oro: no hay que juzgar a los hombres por sus opiniones, sino por lo que esas opiniones hacen de ellos”.
En honor a esta excelente idea y a la hermosura del Salmo 90, mañana escribiré un nuevo capítulo de Cosas que he aprendido de… dedicado a los cristianos.
FIN DE MAZDA
Comentario en 2014
Esta fue la última entrada de mi blog MAZDA (2004). Y, como prometí, escribí un Cosas que he aprendido dedicado a Jesucristo y los cristianos.
A menudo, por otra parte, he opinado algo que se parece a lo de Lichtenberg, cuando he visto que alguien actuaba bien y, en vez de atribuir esa buena acción a su credo religioso o político, he pensado que no es que la religión ha hecho mejor a esa persona, sino que esa persona hace un poco mejor a esa religión.
Incluso en ciertos casos opino que una persona es digna de elogio no a causa de su religión o ideología, sino a pesar de ella. Es algo que se podría decir del Papa Francisco respecto a la religión vaticana (el catolicismo ortodoxo romano).
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[Publicado el 30 de junio de 2004]
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Sobre Lichtenberg
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