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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

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Sacro y profano CUADERNO DE VENECIA
¿Inventó Coca-Cola la felicidad?
El buenánimo de Demócrito y los peligros de la envidia
Es más fácil ver que escuchar
¿Ataca Tucídides a Pericles?
David Hume
Platón, ¿creador de la filosofía evasiva?
La impopularidad del imperio ateniense
No hay una única receta para la felicidad, pero sí recetas felices

La regla de oro de Lichtenberg

Lichtenberg-120

Lichtenberg:

«Una regla de oro: no hay que juzgar a los hombres por sus opiniones, sino por lo que esas opiniones hacen de ellos».

En honor a esta excelente idea y a la hermosura del Salmo 90, mañana escribiré un nuevo capítulo de Cosas que he aprendido de… dedicado a los cristianos.

FIN DE MAZDA

Comentario en 2014

Esta fue la última entrada de mi blog MAZDA (2004). Y, como prometí, escribí un Cosas que he aprendido dedicado a Jesucristo y los cristianos.

A menudo, por otra parte, he opinado algo que se parece a lo de Lichtenberg, cuando he visto que alguien actuaba bien y, en vez de atribuir esa buena acción a su credo religioso o político, he pensado que no es que la religión ha hecho mejor a esa persona, sino que esa persona hace un poco mejor a esa religión.

Incluso en ciertos casos opino que una persona es digna de elogio no a causa de su religión o ideología, sino a pesar de ella. Es algo que se podría decir del Papa Francisco respecto a la religión vaticana (el catolicismo ortodoxo romano).

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Sobre Lichtenberg


Cómo no ser un cenizo

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Reconozco que siento una gran afición por los pensadores que se muestran optimistas y que me aburren los depresivos y cenizos. El cenizo es aquella persona que no sólo sufre, sino que consigue fastidiar a los demás con su sufrimiento…

La búsqueda de la felicidad

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«Hay gente que dice que la vida no es más que un tejido de desgracias; lo cual viene a decir que la existencia es una desgracia; mas si la vida es una desgracia, la muerte es todo lo contrario: la…

El Dios que vigila en silencio

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