
Cuando leemos un texto, al mismo tiempo estamos leyendo nuestra mente. Porque en nuestra mente están no sólo las claves que nos hacen entender las palabras, sino las teorías, herramientas y conocimientos que nos permiten entender las ideas.
En un juego como el del personaje secreto, en el que se van dando pistas respondiendo sí o no a nuestras preguntas, a veces no descubrimos quién se esconde tras las pistas porque vemos más de lo que nos dicen las pistas. Añadimos lo que no hay en ellas y eso nos lleva hacia otros lugares.
Cuando leemos la biografía de alguien como Napoleón necesitamos ver batallas, ministros y generales. Si no los encontramos, pensamos en otro tipo de personaje.
2023. Esto tiene relación con un enigma que propuse en Las paradojas del guionista y que también planteo en mis clases de guión: una biografía de un personaje famoso en la que todos los datos son reales, pero ninguno de ellos se suele asociar a ese personaje, además de no mencionar los datos más identificativos del personaje en cuestión.
Deja una respuesta