[email protected]

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Los otros escépticos de la India
Los koans del escepticismo
Edipo y Stefan Zweig
Difícil de creer
Carnéades y tus dos amigos gemelos
Al principio fue el misterio
Una filosofía mundana creada por un dios
Los demonios escépticos de la India
El escepticismo perseguido y subterráneo

Una solución divina

Dios y Jesus Paradise_Lost_10

Principios de la filosofía:

«Punto 40: Es fácil que nos enredemos en grandes dificultades si intentamos conciliar la preordenación divina con nuestro libre albedrío y comprender ambas cosas a la vez»

¡Y tan grandes dificultades! Pero, seguro que Descartes es capaz de resolverlo, como ya antes que él lo han resuelto tantos teólogos.

Así, el Punto 41 ofrece un título esperanzador: «Cómo se concilian nuestra libertad y la preordenación de Dios». Y respecto a aquellas grandes dificultades,  explica:

«Nos libraremos de ellas si recordamos que nuestra mente es finita, mientras que el poder de Dios, por el cual previó, y además quiso y preordenó desde la eternidad todo lo que es o puede ser, es infinito».

En fin, se demuestra nuevamente la utilidad de ciertos conceptos (por llamar a eso «concepto») como el de infinito, para resolver cuestiones irresolubles, un método común a casi todos los teólogos.

Por otra parte, se utiliza el concepto de infinito de distinta manera aplicado a los hombres y a la naturaleza que aplicado a Dios.

2015: Y lo que es más importante, se resuelve la gran dificultad diciendo simplemente: «No tengo ni idea de cómo se resuelve, pero supongo que Dios sí que lo sabrá, puesto que su entendimiento es infinito». No está claro si argumentos tan absurdos como este los escribió Descartes para no poner en duda las doctrinas de la Iglesia y arriesgarse a un castigo como el de Galileo o el de Bruno o si porque creía en ellos. La segunda posibilidad es, desde luego, indigna de alguien tan inteligente como Descartes, pero no sería la primera vez en la que alguien se deja cegar por la fuerza de un concepto como «infinito» o «todopoderoso», que, como es obvio, puede resolver cualquier problema.



Empiristas y racionalistas, una dicotomía simplista

Empiristas y racionalistas, una dicotomía simplista

Antes de comenzar el comentario a Principios de filosofía: en la contraportada del libro, se dice que Descartes…

PorBydanieltubauMar 15, 2020
Las dos sustancias: alma y cuerpo

Las dos sustancias: alma y cuerpo

Después de establecer el Cogito ergo sum («Pienso luego soy»), Descartes afirma en sus Principios de filosofía: «A…

PorBydanieltubauMar 14, 2020

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Una solución divina