Romeo + Juliet , de Luhrmann
Hay quien reprocha a Luhrmann en Romeo+Juliet no haber respetado la época en la que transcurre Romeo y Julieta, al situarla en el presente y cambiar espadas por pistolas y trajes renacentistas por camisas de flores y atuedos siniestros.
Sin embargo, eso es algo que cada vez se hace más en los montajes de teatro y ópera y seguramente no es malo hacerlo, cuando tiene sentido o cuando se propone algo interesante, no por simple capricho o afán de modernizar a toda costa.
El propio Shakespeare siempre situaba sus obras en escenarios fantásticos, aunque se llamasen Verona, Milán, Egipto o el Bosque de Arden y, lo que es significativo, ninguna de sus obras, si recuerdo bien, transcurre en el Londres de su época. Sus textos históricos, además, estaban llenos de anacronismos. Por eso, muchas veces es conveniente mantener ese elemento un poco fantástico y anacrónico (y eso es lo que hace Luhrmann)