¿Qué hace falta para que exista algo?

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Nada.

Según algunas de las teorías físicas actuales, para que exista algo no hace falta nada.

Hace tiempo, los teólogos tenían un argumento con el que intentaban refutar a los materialistas:

«Los científicos dicen que el origen del universo se halla en el Big Bang inicial, la explosión de la que surgió todo lo que existe. Pero, ¿qué había antes de esa explosión inicial?»

Puesto que el Big Bang dio origen al universo, antes del Big Bang no había nada. De eso se concluye, dicen algunos teólogos, que Dios existe, puesto que algo o alguien tuvo que hacer posible esa creación de materia de la nada. Ese algo, concluyen, es Dios.

Este argumento teológico del Dios que crea el universo ex nihilo, es decir, a partir de la nada, es propio del judeocristianismoislamismo, aunque hay otras religiones que tienen ideas semejantes. La respuesta también clásica y obvia de los materialistas a este argumento teológico es: «¿Y quien ha creado a Dios?». Pregunta que conduce a otra respuesta previsible: «A Dios no lo ha creado nadie, pues existe desde la eternidad. Y en la eternidad no hay antes ni después».

El siguiente paso inevitable para quienes no creen en ese Dios creador es: «Pues si Dios puede existir siempre, entonces el universo también.»

Y así se puede seguir un buen rato con argumentos y contra-argumentos, por ejemplo:

«De acuerdo, Dios está en la eternidad [es un decir, porque Dios tampoco está, pues estar es una característica de lo no eterno], pero, si ha creado el mundo, entonces existe un antes y un después de la creación del mundo. Eso significa que Dios ha tenido que actuar, hacer algo, para crear el mundo, con lo cual no se mantiene inmutable en la eternidad, que es lo que deben hacer los seres perfectos, pues sólo lo imperfecto cambia. Para que haya algo, Dios tiene que cambiar. Incluso aunque Dios no cambie, sí cambia el universo, eso afecta a Dios mismo inevitablemente y saca a Dios de la Eternidad y de la nada indiferenciada»

La más extendida de las cosmogonías de la antigua Grecia consideraba que no hacía falta un Dios creador, porque el universo existe desde siempre: «Ante todo fue el Caos…», dice la Teogonía de Hesíodo.

Aunque el caos a menudo se toma por un Dios, parece claro que significa algo así como lo indeterminado, lo que no tiene forma. A partir de ese caos de formas, aformal o informal si se prefiere, se crea el cosmos, el orden. La creación del universo a partir de la nada no es que no se les ocurriese a los griegos, es que la consideraban absurda. Como explicaba el poeta Lucrecio en Sobre la naturaleza:

«Jamás obra alguna se engendró de la nada, por obra divina… Pues si las cosas salieran de la nada, cualquiera podría nacer de cualquiera, nada necesitaría semilla; del mar podrían surgir de repente los hombres, de la tierra la familia escamosa, y las aves brotarían del cielo; el ganado y demás animales, bestias salvajes de toda especie, ocuparían, naciendo al azar, desiertos y cultivos; ni los frutos en los árboles se mantendrían en su forma, sino que cambiarían: todo podría producirlo todo.»

Ahora bien, los cosmólogos actuales parecen querer refutar a la vez a los teólogos y a los materialistas como Lucrecio, porque consideran que antes de que existiera la materia no había (o mejor dicho había) nada. Nada.

Y resulta que esa nada fluctuó en su misma nadería, o algo parecido, y ahí se originó la materia.

Yo confieso que soy más bien partidario de que el universo siempre ha existido que de la idea de que hubo un momento en el que no existió.  Pero lo cierto es que con las dos opciones llegamos a paradojas irresolubles (creo que esta era una de las antinomias de la razón de Kant), pero lo cierto es que a mí me resulta un poco más sencillo pensar en algo que se extiende infinitamente hacia atrás en el tiempo que en la posibilidad de que haya un comienzo lleno de nada del que surja algo. Pero mi opinión no tiene ningún peso, teniendo en cuenta mis pobres conocimientos físico-matemáticos.

Hubo un tiempo en el que no hacía falta saber tanto para opinar sobre el origen del universo. En el caso de los griegos, los chinos y los indios ese tiempo fue aproximadamente hacia el año -700, donde abundaron los cosmólogos. En mi caso, ese tiempo se remonta a mi adolescencia, cuando me pasaba las horas intentando hallar la explicación del universo, convencido de que lo conseguiría. Ahora también me pregunto por esa explicación, pero estoy un poco menos convencido de mis posibilidades de encontrarla y sé que si la encuentro será porque alguien me la comunicará cuando la encuentre, él o ella.

Escribí en aquellos años de osadía varios ensayitos sobre el asunto, que no solían pasar de las tres páginas. Recuerdo que uno de ellos se llamaba Demostración de que el universo sólo puede existir si hay al menos tres cosas. Con cosas me refería seguramente a algo parecido a lo que en filosofía se llama sustancia. El ensayo era interesante porque pretendía mostrar que con sólo dos cosas (o con una sola cosa) no puede existir nada, ni siquiera esa cosa. Después, satisfecho con mi demostración, fui un poco más lejos y escribí otro texto llamado Demostración de que para que algo pueda ser percibido tienen que existir al menos cuatro cosas (ahora dudo de si eran cuatro o cinco, tendré que pensarlo, o buscar el ensayo).

Sin embargo, después me enteré de que existía una teoría, también sostenida por algún científico reputado, pues los científicos (como los filósofos de los que hablaba Aristóteles o los guionistas de cine y televisión) han pensado ya cualquier teoría por extravagante que sea. Esa teoría sostenía que el universo entero no es otra cosa que una única partícula moviéndose a supervelocidad. Esto parecía refutar aquel ensayo mío, pero era una teoría tan interesante, que me pareció estupendo ser refutado de forma tan hermosa.

Hace unos años, cuando empecé a hacer animaciones con el programa Flash, me planteé la idea de mostrar de manera virtual que esa hipótesis era perfectamente plausible. No lo hice, porque se me olvidó, o porque me pareció un poco complicado, pero tal vez lo haga un día de estos. Sin embargo, hace unos días, Roser Amills subió a su página algo que permite ver ese universo creado por una partícula. Bueno, en realidad por cuatro partículas, pero se podría hacer con sólo una.

Si visitas la página, podrás ver que las partículas dejan un rastro. Ese rastro nos podría hacer pensar en una imagen congelada, que se trata de muchas partículas, pero en realidad son sólo cuatro (de hecho, sospecho que el programador ha creado el programa con una sola partícula y que la ha cuadruplicado en forma especular).

Es algo parecido a lo que pasa cuando hacemos una fotografía en alta velocidad y se ve el rastro de los coches que pasan, como en estas fotos que hicimos en un reciente viaje a Granada Luis, Rafa, Marcos y yo.

Al ver los haces luminosos, uno pensaría que, efectivamente, ha existido una luz continua lanzada desde no se sabe dónde, como una cuerda que se extiende en el espacio. Pero, en realidad, se trata de las luces de un coche en diferentes momentos (la cámara ni siquiera capta todos los espacios por los que atraviesa el coche, del mismo modo que en una película sólo se ven 24 imágenes por segundo).

Todo esto es muy compatible con las teorías de la física, como he dicho antes, y también con el budismo, que dice que somos sólo algo que fluye, sin estabilidad (de ahí el título de mi página Mundo flotante); o con Heráclito y su panta rei («Todo fluye»). También H.G.Wells plantea de manera muy hermosa cómo la velocidad a la que percibimos modifica nuestra percepción, cosa que se puede ver en la película Koyanitqatsi.

Así que, para que exista algo, puede necesitarse… nada, como dicen algunos cosmólogos actuales (lo que no me acaba de convencer), o puede que haga falta una cosa o dos, porque hay que suponer que necesitamos al menos una partícula y el espacio en el que se mueve. Otra cuestión es si ese espacio es a pesar de no ser. Si existen sólo átomos y vacío, como decía Demócrito, o si el espacio para que la partícula se mueva tiene que tener también partes diferenciadas (como si fuera una red o retícula), pero esa es otra cuestión que también tiene argumentos y contrargumentos, en especial después del experimento de Michelson-Morley para medir el éter (que no lo midió, refrendando quizá la teoría de la nada) y la posterior teoría de la relatividad de Einstein.

Mientras los científicos trabajan en la solución, o al menos en una explicación más intuitiva, puedes ver cómo sólo cuatro partículas crean un universo en la animación que encabeza esta entrada (tendrás que activar Flash en el navegador) o con este enlace: Line to experimental.


Esta entrada fue publicada en 2006, probablemente en abril

Metafísica
¿Cómo es el mundo?

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14 Comments

  • julieta cedillo muñoz

    Daniel en mi opinion pienso que eluniverso siempre ha existido y seguira expandiendose cada vez mas . y eso de que quien ha creado a dios ? , a veces eso se me hace algo confuso . pero pienso que siempre ha existido y por logica el universo tambien.

    • danieltubau

      Hola Julieta. Pues sí, todo lo relacionado con el origen del universo o de Dios es verdaderamente confuso y no sé si existe una explicación y si, en caso de existir, esa explicación será intuitivamente comprensible para nosotros. Acerca de Dios, la verdad es que yo no creo que haya existido siempre, porque no creo que exista. Pero, ¿quién sabe? Un abrazo

  • Joaquín Pérez Mínguez

    Terry Pratch­ett brome­aba diciendo que una de las prin­ci­pales difi­cul­tades sobre estos temas es que inten­ta­mos dis­cu­tir sobre los orí­genes del uni­verso con un lenguaje dis­eñado para comu­ni­carnos cuando una fruta está de tem­po­rada 😉

    • Daniel Tubau

      Pues tenía toda la razón el amigo Pratch­ett. Aunque el lenguaje lógico, por ejemplo, es pre­cisa­mente un lenguaje dis­eñado para ir más allá de la con­ver­sacíon cotid­i­ana (y en lóg­ica los bud­is­tas siem­pre fueron unos hachas). Pero Buda en par­tic­u­lar, creo que cuando le pre­gunt­a­ban decía que de eso (de cómo estaba hecho el uni­verso) él no sabía nada, o al menos que no era impor­tante en relación con sus doctrinas.

  • Guillermo Baena

    Hola. En la filosofia bud­ista se dice que nada existe de forma conc­reta y que la esen­cia de todo es la vacuidad,pero tam­bién una infinita poten­cial­i­dad. Dios es la pura vacuidad con infinita poten­cial­i­dad, pero ade­mas no esta sep­a­rado de nosotros,es decir for­mamos parte de un todo inseparable,pero en el oscurecimiento…o sea que todo es nada y nada es todo y en el fondo todo existe porque nada existe y de esa nada todo florece.

    [Pub­li­cado en face­book] 21 enero

    • Daniel Tubau

      Guillermo, las inter­preta­ciones metafísi­cas bud­is­tas son muy intere­santes, y a mí me intere­san en par­tic­u­lar varias de ellas, aunque son tan sólo teorías incom­pro­b­a­bles, como el resto de las teorías acerca de la nada, como ya le comenté a Tomás. Sin embargo en la inter­pretación que haces del bud­ismo me resulta extraña la intro­duc­ción de ese per­son­aje lla­mado “Dios”, que en prin­ci­pio juega poco papel en los diver­sos bud­is­mos. Creo, como Glase­napp, que el bud­ismo es o era fun­da­men­tal­mente una religión sin Dios, aunque no sin dioses (a los que con­sid­era infe­ri­ores a un buen brah­man humano). Me parece que sii ya es difí­cil explicar la vacuidad, hac­erlo con Dios den­tro se me antoja imposi­ble. No digo que sea el caso de tu inter­pretación, pero mucha metafísica bud­ista actual, tal como se vende en los mer­ca­dos de Ori­ente y Occi­dente es un puro sin­sen­tido. Lo cierto es que Buda, ese tipo lla­mado Sid­harta Gau­tama, prob­a­ble­mente nunca se interesó tanto como tú y yo por la metafísica, y hacía bien, creo, no porque no sea fasci­nante la metafísica, sino porque su men­saje, dig­amos “moral”, no pre­cisa de ninguna metafísica. Pero, claro, esa es mi propia inter­pretación del bud­ismo, muy dis­cutible. Haré una ter­cera obje­ción, aunque me ha gus­tado mucho tu men­saje y te lo agradezco: lle­gas a mostrar la inutil­i­dad de la lóg­ica sigu­iendo un pro­ced­imiento argu­men­ta­tivo estric­ta­mente lógico. Quizá sea una con­tradic­ción o una paradoja.

  • Tomás José Riva

    A veces me pierdo en la nada bus­cando el antes? He escrito sobre el tema:“Qué hay antes de la nada?” Pero la respuesta queda en la oscuri­dad y mi mente no la alcanza…

    [En facebook 21 de enero]

  • Iván Tubau

    ¿Qué quiere decir “que no haya nada”? ¿Qué es NADA. ¿Que´quiere decir “que el uni­ver­sos siempr

    [En Facebook 21 de enero]

    • Daniel Tubau

      Iván: tu comen­tario parecía intere­sante, pero creo que se ha quedado a medias o se ha dis­uelto en esa NADA por la que pre­gun­tas…

  • Julieta Cedillo Muñoz

    Daniel siem­pre aprendo de tus pub­li­ca­ciones, en mi opin­ion el uni­verso siem­pre ha exis­tido

    [En facebook 20 de enero]

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