Metáforas

Un aspecto interesante de la cuestión del conocimiento metafórico es la evidente relación entre las metáforas y aquello que decía Descartes: existen dos mundos, el de la sustancia extensa y el de la sustancia pensante. Cada uno de estos mundos tiene un lenguaje propio y no es correcto usar términos o conceptos de un lenguaje para describir el otro mundo.

Es decir, la sustancia extensa es la materia y la sustancia pensante es el espíritu. Para Descartes son mundos separados, aunque se conectan de alguna forma, tal vez, en su opinión, a través de la glándula pineal.

Cuando usamos metáforas, incurrimos casi siempre en ese error falta, especialmente cuando usamos metáforas extensionales (materiales). Ahora bien, ¿es posible hablar del mundo de la sustancia pensante sólo con términos apropiados, según la idea de Descartes, o es una tarea imposible, o al menos tan enojosa como la propuesta por algunos positivistas lógicos?

Supongo que me refería en el párrafo anterior a algo como que, puesto que todas las metáforas se formulan en un lenguaje material (hablado o escrito, o incluso pensado) y puesto que esas metáforas solo parece que puedan referirse a lo material de una u otra manera, ¿cómo encontrar metáforas espirituales, que sean puro pensamiento? Parece imposible.

Precisamente los lenguajes fisicalistas propuestos por algunos positivistas, a pesar de lo dicho antes, parecen contradecir a Descartes, al proponer extender el lenguaje fisicalista al mundo de la mente.


Descartes

Descartes

 

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