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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
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Lo indefinido y lo infinito

estrellas

Dice Descartes en Principios de la filosofía:

«Y como no se puede fingir tan gran número de estrellas, que creamos que Dios no pudo crear más, también suponemos que su número es indefinido».

Supongo que Descartes utiliza aquí el término «indefinido» como equivalente de «infinito». Si no fuese así, algunas de las cosas que digo a continuación deberían modificarse.

Creo que en la cita anterior Descartes opera como muchos teólogos y filósofos teologales: cambia los conceptos, según hable de Dios o según hable de la naturaleza.

Si suponemos que el número de estrellas es indefinido, es decir si sucede que, pensemos el número de estrellas que pensemos, Dios siempre ha podido crear más, nos vemos obligados a responder a la pregunta de cómo es posible que un Dios que es todo acto (como sostiene, al menos desde Santo Tomás de Aquino, la ortodoxia) e inmutable, haya podido crear un número infinito de estrellas sin que el proceso mismo de la creación de estrellas sea también infinito.

Dios, por tanto, nunca deja de crear estrellas. Sostener que Dios crea las infinitas estrellas «de golpe» me parece un argumento falso. Si no hay prueba en contrario, no creo, ni creo que lo crea ningún teólogo serio, que Dios «se salte» las leyes de la Naturaleza, y mucho menos que éstas «se salten» a sí mismas.

Pero, además, cuando Descartes dice que el número de estrellas es indefinido porque «no se puede fingir tan gran número que creamos que Dios no pudo crear más», es legítimo entonces, siguiendo el razonamiento de Descartes, concluir que el número de los gansos y el de los hombres también es indefinido.


Descartes

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