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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

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El buenánimo de Demócrito y los peligros de la envidia
Es más fácil ver que escuchar
¿Ataca Tucídides a Pericles?
David Hume
Platón, ¿creador de la filosofía evasiva?
La impopularidad del imperio ateniense
No hay una única receta para la felicidad, pero sí recetas felices
Siete maneras de alcanzar la felicidad
La nostalgia de Pericles

Larga noche de amor en el Cuarteto de Alejandría

He reanudado la lectura de El cuarteto de Alejandría, de Lawrence Durrell. Nada más empezar el capítulo en que lo dejé el año pasado, me encontré este pasaje:

«Podemos contemplar toda nuestra vida como una noche de amor. Imaginemos las caricias y los placeres que nuestro cuerpo recibe en esa noche de amor, la piel que se desliza junto a la nuestra, su calor, su firmeza y su blandura, su humedad. Cada una de estas sensaciones es unos de los recuerdos que hallaremos años después en nuestra memoria, cada hermoso movimiento, cada gesto de ternura acariciará nuestra sensibilidad, pero ahora no desde fuera hacia dentro, sino desde dentro hacia afuera. Somos un cuerpo amado en una noche de placer que dura décadas, y del mismo modo que un cuerpo se excita, se relaja o vibra, así lo hace y lo hará nuestra existencia, enriquecida sensualmente con cada instante de placer.”

(Cuarteto de Alejandría, Justine , 153)


Advertencia en 2021: este texto de Lawrence Durrell en realidad no fue escrito por él, ni podrás encontrarlo en su novela Justine. En realidad es un texto mío, una torpe imitación de su estilo. La imagen o metáfora, sin embargo, me sigue pareciendo interesante y me recuerda el cuento de H.G.Wells El nuevo acelerador.

Guillermo del Toro usa de manera ingeniosa dos metáforas parecidas a esta: Guillermo del Toro a cámara lenta.

EL ESPEJO


Las lecciones de la experiencia

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  Suele repetirse que de todo se aprende. Si con eso se quiere decir que de cualquier cosa que nos sucede podemos obtener alguna enseñanza, no cabe duda de que se trata de una gran verdad. Pero también es cierto…

El credo de un escéptico apasionado: «No te contagies»

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No dejes que el calor y el entusiasmo de la discusión te lleven a donde no quieres ir. No sigas a una multitud para hacer el mal, dice la Biblia, y repite el ateo Bertrand Russell.

El espejo

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«Es un placer cuando, en un libro que examino al azar, encuentro a un personaje que es como yo».

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