La precisión de la multitrama

INT.   LAVABOS -  TAQUILLAS -  DÍA
SIPOWICZ entra desde la calle vistiendo su chaqueta y
con una pequeña bolsa de farmacia. Se dirige a su taquilla,
la abre, cuelga su chaqueta en la puerta. Se dirige al lavabo,
se mira en el espejo, saca unas gafas y se las pone. 
Una etiqueta cuelga de las gafas mientras se examina con 
disgusto en el espejo. Rápidamente se quita las gafas y las
guarda al oír que entra alguien.
Se gira y ve a BOBBY SIMONE que se acerca a las taquillas.
                          
                        SIMONE
            Buenos días.
                        SIPOWICZ
            ¿Qué tal?

Sipowicz se detiene junto a él.

                       SIPOWICZ
            Andy Sipowicz.

Simone le mira, sonríe y extiende la mano.

                       SIMONE
           Bobby Simone, encantado de 
           conocerte, Andy.

                       SIPOWICZ
            Sí.

Sipowicz se aclara la garganta y sale. 
Simone tacha el nombre de Kelly de la taquilla 
y escribe su propio nombre.


La escena anterior pertenece a “Simone says” el capítulo 5 de la segunda temporada de Policías de Nueva York (NYPD Blue).

En esta escena se encuentran los ingredientes esenciales de la narración televisiva característica de las últimas décadas del siglo XX. No es esxtraño, porque la serie fue creada por David Milch y Steven Bochco, el inventor de la multitrama.

Bochco creó la multitrama, o al menos la llevó a su máxima expresión, en la serie Canción triste de Hill Street (Hill Street Blues), estrenada en 1981.

Como su nombre indica, la multitrama consiste en el desarrollo de un buen número de tramas a lo largo de uno o varios capítulos e incluso de toda la temporada. Lo habitual es que se desarrollen dos o tres tramas en cada capítulo que llegan hasta su desenlace en ese episodio, pero que, al mismo tiempo, se inicien o desarrollen otras tramas que continuarán en futuros episodios.

En Policías de Nueva York las diversas tramas se presentaban en los primeros minutos del programa, en lo que se llama teaser, una especie de anticipo de lo que vamos a ver. He seleccionado al inicio de este artículo, en la transcripción del guión, sólo la primera parte del teaser, pero puedes verlo entero a continuación.

Pero te propongo un juego: después de ver la escena, intenta descubrir cuáles son las tramas que se van a desarrollar en el capítulo,  y a continuación seguir leyendo.

 

La precisión de la multitrama from daniel tubau on Vimeo.

¿Ya has pensado en cuáles son las tramas de ese capítulo? Vamos a verlas.

En el teaser anterior se plantean cuatro tramas que se desarrollarán a lo largo del episodio:

  • la de la mujer policía a la que acosa su exmarido, que también es policía;
  • la del caso del día, que en este episodio es un homicidio;
  • la llegada del nuevo policía, Simone, y su relación con Sipowicz
  • la trama de Sipowicz, que se hace viejo

A lo largo del episodio también se irán desarrollando otras tramas secundarias, algunas se extenderán durante dos o tres episodios más, otras continuarán hasta el final de la temporada o incluso más allá, hasta el final definitivo de la serie.

La multiplicación de tramas, como es obvio, obliga a los guionistas a un gran esfuerzo de síntesis: hay que contarlo todo muy rápidamente porque en los 45 minutos de cada episodio es necesario desarrollar tres o cuatro tramas autoconclusivas… y todas las demás. Es por eso que en ese breve teaser de apenas cuatro minutos, que aquí cunple la función de disparador de las tramas del episodio, se cuentan un montón de cosas: llega un nuevo a la oficina, el nuevo y el veterano se conocen, al veterano no le gusta el nuevo, hay un nuevo caso de homicidio, el ex de una mujer policía la acosa, el jefe se entera de que al veterano no le gusta el nuevo, pero le dice que le ayude a adaptarse y que se encargue con él del caso de homicidio, y además se produce una terrible pelea con tiros incluidos en la comisaría.

Son los cuatro minutos más densos que se puedan imaginar. Todo es significativo y nada sucede por casualidad, cada frase es importante, a cada causa le sigue un efecto, como en un preciso mecanismo de relojería narrativa. Es una manera de escribir muy diferente de la que se emplea en series como Mad Men o The Wire, que aunque también presentan personajes con sus propias evolución, no se sienten obligados a trazar de manera precisa sus diferentes tramas en cada capítulo.

Regresemos a la multitrama de Steven Bochco (y David Milch) en Policías de Nueva York, y a la trama más importante del capítulo, que es precisamente la que se desarrolla en el breve fragmento del guión que he trascrito como encabezamiento de este artículo. Esa trama nos dice que Sipowicz se está haciendo viejo. Bochco y Milch nos lo muestran con ingenio, haciendo que el veterano policía vaya al baño con una bolsa típica de drugstore o farmacia americana de la que saca unas gafas para vista cansada.

110203Sipowicz-con-gafas

David Milch con dos actores de Deadwood

Eso nos indica que no ha aceptado todavía su decadencia física. No ha ido a un oculista, sino que se ha comprado unas gafas en una tienda. Es evidente también que acaba de comprárselas, porque de ellas cuelga todavía la etiqueta. Y no es menos evidente que está avergonzado por tener que usarlas, porque, en cuanto escucha que alguien entra, las esconde rápidamente en su bolsillo. Por si esto fuera poco, el nuevo policía es joven, alto, fuerte y parece muy seguro de sí mismo, lo que, por contraste, destaca el envejecimiento y la decadencia de Sipowicz. Para que todavía quede más claro, enseguida va a tener lugar un suceso en la comisaria que remarcará esa decadencia: en la pelea con el acosador Sipowicz es lanzado a un lado sin miramientos, mientras que el nuevo, Simone, se lleva el papel de héroe. La antipatía de Sipowicz hacia Simone, que se mezcla con su depresión,  se muestra no sólo por su gesto al colgar el abrigo, sino porque se lo dice de manera explícita al comisario jefe. En la multitrama siempre hay que decir todo con claridad, sin dejar espacio a la duda y así se hace aquí: “Este tipo me cae mal”. ¿Y por qué le cae mal? Por su manera de saludar, simplemente. Es una opinión que nos dice más acerca de Sipowicz y de sus frustraciones que de Simone.

En cuanto a los espectadores, también se nos sugestiona con acciones que son casi simbólicas, como cuando Simone tacha de la taquilla el nombre del policía al que viene a sustituir. Eso parece revelarnos que es un poco chulo, insensible, porque nosotros, como espectadores, le tenemos cariño a John Kelly, que ya no volverá a aparecer en la serie (el actor pidió demasiado dinero). El nuevo viene a sustituir a nuestro favorito, así que los guionistas lo enfrentan al gruñón pero entrañable Sipowicz. Mala cosa, ¿qué posibilidades tiene este policía joven y aparentemente perfecto frente a nuestro querido Sipowicz?. Muy pocas, o al menos eso quieren los guionistas que pensemos.

El conflicto o malentendido entre Sipowicz y Simone, que en una serie como The Wire podría durar toda una temporada, aquí se resolverá en este mismo episodio, aunque no revelaré cómo al lector.

Se trata, en cualquier caso, de un tipo de narrativa muy diferente al que podemos ver en muchas escenas de Los Soprano (David Chase contra la televisión convencional) o escenas como la del ascensor de la oficina de Mad Men (Actuación y sobreactuación). Aunque Bochco y Milch demuestran su talento narrativo al colocar las piezas de su preciso mecanismo, es una pena que se vean obligados a sabotear el ingenio de la escena de las gafas cuando poco después Sipowicz insiste en el tema y lo dice de manera explícita, después de que su jefe le encargue cuidar de Simone: “Primero las gafas y luego esto”. La razón de ser tan explícitos, tan redundantes en la multitrama era que el espectador de televisión convencional debe entenderlo todo fácilmente, porque suele distraerse con mil y una actividades, y eso obliga a menudo a los guionistas a repetir lo obvio. Las cosas cambiaron cuando los espectadores comenzaron a pagar por lo que veían en televisión y, en consecuencia, empezaron también a prestar más atención.


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