La máscara de Arlequín
NO LUGAR 20

Ensayo sobre las máscaras /9

Zona de espera del Aeropuerto de Lima, esperando el vuelo 419 a Lima

[Sábado 13 de diciembre de 1997]

Estoy a punto de terminar con este asunto de los no lugares y los escritos en el cielo (que tal vez llame Escrito en el cielo y en ninguna parte), porque en cuanto llegue a Cuzco, comenzaré mi cuaderno de viaje de Perú (tal vez de Tahuantinsuyu, nombre quechua de la región) y olvidaré este experimento hasta el regreso.

Han sido muchos días, once o doce, que me parecen ahora meses, debido precisamente a estos escritos que lo llenan de densidad y de intensidad.

Pensé en pasar, durante mi estancia en Cuzco, todas estas notas al cuaderno que compré en Argentina, pero no lo haré, por dos razones:

1) Me quitaría tiempo para el cuaderno de viaje

2) Es mejor pasarlas directamente al ordenador, añadiendo los dibujos y fotos que he pensado o que ya llevo conmigo.

He pensado también hacer figuras de aviones y trenes con las letras de los textos, como aquellos caligramas de Apollinaire, y algunos otros detalles.

En cuanto a las máscaras, ayer tomé una chicha en un café: en mi mesa había un retrato de Arlequín.

Entré en una librería y vi un anuncio de “Arlequín servidor de dos señores”, de Goldoni, pero ya no se representaba (si no, probablemente habría ido a verla, a pesar de mi cansancio). En otra librería vi un libro titulado “Máscaras del Perú”

 

Y en cuanto a los no lugares, en la zona de espera de Bogotá me sorprendió ver un restaurante mongol (“Mongolian”).

Creo  que también entonces, mientras esperaba el avión a Lima, pensé que sería una buena idea ir a un no lugar como la estación de Atocha, la de Chamartín, el Aeropuerto de Barajas, a escribir. Ya alguna vez me he dado cuenta, creo que fue en el Café Comercial de Madrid, de que no es difícil escribir, y mucho, en un lugar lleno de gente, siempre que esas personas sean desconocidos para ti.

 

Una cabina de teléfono, que tal vez sea en sí misma un no lugar, puede a la vez estar en un no lugar, como una sala de espera de un aeropuerto. Eso significaría que hay no lugares que contienen no lugares.

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