[email protected]

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Los otros escépticos de la India
Los koans del escepticismo
Edipo y Stefan Zweig
Difícil de creer
Carnéades y tus dos amigos gemelos
Al principio fue el misterio
Una filosofía mundana creada por un dios
Los demonios escépticos de la India
El escepticismo perseguido y subterráneo

La cortina y los prejuicios

Estaba comentando durante una clase que el término acusmática (que emplea Michel Chion para referirse a un sonido cuyo origen se ignora) procedía de Pitágoras. Pitágoras tenía la costumbre de dar sus lecciones a ciertos discípulos tras una cortina, para que no se distrajeran de lo que decía (o tal vez por otras razones).  Por eso, los discípulos acusmáticos eran «los que oyen sin ver». Escuchaban la demostración, pero no veían las figuras geométricas que trazaba el maestro.

Comentaba esto y entonces me acordé de lo que cuenta Gladwell acerca  las pruebas que se hacían en Alemania para contratar nuevos intérpretes. Resulta que a un director en particular le parecía que las mujeres no eran tan buenas violinistas como los hombres, y debido a ello, grandes intérpretes eran rechazadas. Sospechando este prejuicio, se decidió que los nuevos candidatos interpretasen ocultos tras una cortina. Desde que se implantó esta medida, el número de mujeres admitidas se incrementó notablemente.

Lo comentaba también en relación con lo que decía un director acerca de que las mujeres no tenían la misma «fuerza» como guionistas de humor que los hombres. Para combatir este prejuicio, yo le enviaba los guiones sin el nombre de su autor. Sucedió entonces que en ocasiones me felicitó por la fuerza de guiones  que creía escritos por hombres (pero los habían escrito mujeres).



Cuando el mundo espiritual nos lo explica todo

Cuando el mundo espiritual nos lo explica todo

A lo largo de nuestra vida acabamos por acumular un gran depósito de prejuicios. Tenemos prejuicios que se relacionan con el aspecto de una persona, con su ciudad de origen,…

Terrores infantiles

Terrores infantiles

  Charles Lamb recuerda como le asustó en la infancia una ilustración de la Biblia de Stackhouse: la de la bruja que invoca a Samuel para que Saúl hablé con…

Divagaciones

Divagaciones

Soy consciente de que cada cosa que digo o escribo tiene un matiz, que cada norma que formulo tiene una excepción, que cada excepción tiene una excepción. Pero también soy…

1 Comentario
  • Seguramente el uso de la cortina por Pitágoras era por otra razón: los discípulos llamados «matemáticos» podían oír y ver las demostraciones, pero los «acusmáticos» sólo podían oírlas. Es decir, conocían los resultados, pero no el método.

  • Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    La cortina y los prejuicios