Millones de personas han creído en todas esas fantasías que acabo de enumerar, y millones creen en ellas incluso hoy en día. Filósofos eminentes han creído en las ideas más absurdas y algunos han estado dispuestos a morir por ellas.
Se pueden tener opiniones acerca de cualquier cosa, unas más probables y otras menos, pero no se puede afirmar dogmáticamente que es imposible que nos equivoquemos.
Los escépticos iluminan el mundo moderno, los dogmáticos lo sumergen todo en una claridad cegadora y recurren al escepticismo para atacar a sus rivales y después construir sus dogmas.
La filosofía carvaka o lokayata tiene como características esenciales negar, o al menos dudar, de la santidad de los Vedas, rechazar la existencia de un alma o espíritu, de la reencarnación y de cualquier retribución en el algún tipo de cielo, o en vidas sucesivas, de nuestras acciones. También rechazan la existencia de un Señor…
A pesar de que siempre se habla de la India como la tierra de los dioses y la espiritualidad, la influencia escéptica y materialista ha sido mucho más importante de lo que se cree, aunque también ha sido silenciada y perseguida.