El contagio por los adversarios

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Hace tiempo yo llamaba «ser vencido por los adversarios» a un fenómeno curioso que no consiste exactamente en que una persona sea vencida literalmente por sus adversarios, sino  a que su personalidad quede vencida, y en cierto modo trasformada, a causa del enfrentamiento en sí.

En las disputas ideológicas enconadas, las dos partes comienzan perdiendo el sentido común y acaban perdiendo casi todo. Ya no se opina intentando ajustarse a las cuestiones debatidas, sino sólo en función de lo que opina el otro. Se adoptan opiniones que uno nunca habría aceptado si no fuese porque su adversario adopta las opiniones contrarias. Antes que la realidad se examina qué es lo que opina el adversario…. para opinar entonces lo contrario. Da igual perder o vencer, porque el mismo hecho de actuar de esa manera es ya la peor derrota. Por eso, siempre he intentado mantenerme alejado de las querellas dogmáticas, de las luchas de partido, de las disputas llenas de insultos o descalificaciones, de las guerras de bandas intelectuales, para no acabar venciéndome a mí mismo, aunque pudiera vencer (o no) a mi adversario.

Creo que es a algo parecido a lo que se refiere Canetti con la expresión «contagio por los adversarios:

«El ‘contagio’ por los adversarios, uno de los fenómenos políticos más eficaces, muy poco investigado.»

3 Comments

  • Von Horrach

    René Girard (un pensador muy cercano a Canetti) lo tiene incluso conceptualizado a este fenómeno de indiferenciación de los adversarios, en el contexto de su teoría del deseo mimético. Para él, el adversario es una especie de modelo, a la vez temido y admirado, y en el proceso de enfrentamiento las aparentes diferencias se van puliendo para acabar asimilados el uno con el otro, como si fueran dobles.

    saludos

  • Carolina Apraez Murillo

    Yo andaba preguntándome tantas cosas acerca del vencer, ser vencido y el confundir al adversario y he encontrado todos estos textos suyos, que le han llegado a mi mente como anillo al dedo.

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