El caso de la escuela de idiomas
EL LABORATORIO
PREVIO
Se trata de una estudiante de idiomas llamada Anaranda. La muchacha se había matriculado en un curso intensivo para aprender inglés.
INFORME 119-1
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Fuente: comunicación personal
Fecha: abril 1999
Informador: DDR
Sujeto: Anaranda
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PLANTEAMIENTO
En la Academia de Idiomas, el secretario asignó a Anaranda el nivel 2. Ello supuso una irregularidad, pues no se sometió a la estudiante a un examen previo que determinase el auténtico nivel de conocimiento que Anaranda tenía de la lengua inglesa.
Causas de la irregularidad
Según parece, Anaranda había pedido dar las clases entre las 2 y las 5 de la tarde. En ese horario todos los profesores del Nivel 1 tenían completo su cupo de alumnos.
Esta irregularidad, sin duda lamentable, no guarda relación directa con el asunto central que se trata en este expediente.
ELEMENTOS DEL CASO
La Academia practicaba el método de inmersión lingüística, de modo que en las clases sólo se hablaba en inglés. Las normas en este sentido eran tan estrictas que los profesores tenían prohibido expresarse en otra lengua que no fuera el inglés durante el horario lectivo, bajo amenaza de expulsión inmediata.
EL PROBLEMA
Anaranda asistió durante tres días seguidos a las clases en el Nivel 2, en total, seis horas. No sintiéndose capaz de decir una sola frase a lo largo de esas seis horas, consideró que no estaba capacitada para el nivel que le había sido asignado (el Nivel 2).
SUGERENCIA DE SOLUCIÓN
En su cuarto día de clase, Anaranda pidió al profesor que le autorizase a cambiar de nivel y descender al Nivel 1, es decir, el más básico.
El profesor escuchó la petición de Anaranda, reflexionó un instante y, finalmente, decidió que Anaranda debía continuar en el Nivel 2.
Al terminar la clase, Anaranda fue a ver al secretario de la Academia y protestó por la negativa del profesor a su solicitud de cambio de nivel. El secretario revisó sus tablas de inscripción y dijo a Anaranda que podría cambiar al Nivel 1 siempre y cuando pudiese asistir a clase de seis a ocho. Anaranda aceptó.
Cuando el problema ya parecía resuelto, pasó por allí la profesora del Nivel 1 en el horario de 6 a 8. El secretario aprovechó para presentar a la profesora y a su nueva alumna. Al conocer los detalles del caso, la profesora del Nivel 1 dijo que el profesor del Nivel 2 tenía razón al rechazar la petición de Anaranda.
Quiso la fortuna, algo tan ajeno a nuestros estudios, y que aquí sólo usamos como fórmula literaria, que en ese momento pasara por la Secretaría precisamente el profesor del Nivel 2.
Puesto que se hallaban allí todas las partes implicadas en el caso “Anaranda”, comenzaron a discutir el asunto. Anaranda, que además de ser una mujer atractiva a primera vista, era también amigable e inteligente, y que por primera vez podía hablar con su profesor en castellano, comprendió que la unanimidad de los dos profesores no se debía a factores ajenos a su problema, como la solidaridad profesional o el corporativismo.
Sin embargo, Anaranda insistió en que se consideraba absolutamente incapaz de aprender nada en el Nivel 2 y preguntó a su profesor:
-¿Bajo qué criterio considera usted que yo debo permanecer en el Nivel 2?
El profesor respondió:
-Es usted misma quien ha determinado que pertenece inequívocamente al Nivel 2.
Dijo Anaranda:
-No sé a qué se refiere, puesto que ni siquiera hice examen previo para determinar mi nivel de inglés.
DILEMA: ¿Por qué cree usted, querido lector, que el profesor estaba tan convencido de que Anaranda debía permanecer en el nivel 2?
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RESPUESTA AL DILEMA
Y el profesor volvió a hablar y dijo a Anaranda:
-Cuando usted explicó durante la clase que no se consideraba capacitada para mantenerse en el Nivel 2, lo hizo, como exigen las normas de esta Academia, en inglés. Yo entendí lo que usted quería decirme. Pues bien: ser capaz de expresar en inglés el deseo de cambiar del Nivel 2 al Nivel 1 define a quien lo hace como digno del Nivel 2.
Ante la mirada de asombro de Anaranda, la profesora del Nivel 1 tomó la palabra:
-Como dice mi colega, usted ha demostrado que ha de continuar en el Nivel 2. Usted dijo en inglés que no era capaz de decir frases de la complejidad de las escuchadas en el Nivel 2, pero esa frase precisamente era tan compleja como las del Nivel 2. Para que su petición de cambio de nivel hubiese sido aceptada, no tenía que haber sido entendida.
-Y de este modo -dijo el profesor del Nivel 2- usted habría pasado al Nivel 1.
-¡Pero eso es una paradoja! -exclamó Anaranda.
FIN DE LA COMUNICACIÓN PERSONAL
(Existen documentos que avalan la veracidad del relato)
EXPOSICIÓN DE LA PARADOJA
Si la estudiante logra que el profesor entienda que desea cambiar a un nivel inferior, ello prueba que no ha de bajar de nivel.
Si la estudiante no logra que el profesor entienda que debe cambiar de nivel, entonces ello prueba que la estudiante sí debe cambiar de nivel.
DESVIACIÓN Y CONCLUSIÓN
La paradoja debe ser refinada de detalles innecesarios. Si el profesor no entiende que lo que la alumna dice es que quiere cambiar de nivel, ¿cómo puede decidir que ha de bajar de nivel? En este caso, la respuesta es fácil: la misma incapacidad para hacerse entender, mostraría que la alumna no ha de estar en ese nivel. Sin embargo, en este caso esto sucede porque se trata de una escuela de idiomas, pero no es aplicable a otras versiones de la paradoja.
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[El número 5 de Esklepsis fue publicado en 1999]
PÁGINAS DE ESKLEPSIS 5
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