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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
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Carnéades y tus dos amigos gemelos
Al principio fue el misterio
Una filosofía mundana creada por un dios
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¿Dios en la cruz?

 La representación de Jesucristo en todas las iglesias es una imagen que asusta con razón a los no cristianos, que a menudo lo han visto como una especie de representación diabólica: un hombre sangrante clavado en una cruz. Realmente chocante. Pero a lo que quiero referirme aquí es al hecho mismo de que los cristianos representen a su Dios en la figura de Jesucristo.

Como es sabido, porque nos lo han enseñado los teólogos cristianos, el Dios perfecto del cristianismo no vive en el tiempo sino en la eternidad, que no se sabe exactamente qué es, pero que esta claro que dura más que todo el tiempo que podamos imaginar. Por eso, desde el punto de vista de Dios, ya sea ese punto de vista temporal, intemporal o eterno, su encarnación en Jesucisto es sólo una mota de polvo, un instante infinitesimal, una coma en un libro de la extensión del Quijote. Menos incluso: tal vez una mota de polvo de un libro de la biblioteca de Babel que imaginó Borges.

Sin embargo, los cristianos adoran a ese joven barbudo que como si esa fuera la apariencia más importante de Dios, y sólo a veces, de manera informal, lo representan como un anciano con barba blanca un poco gordinflón, no se sabe si porque ese anciano es Jesucristo ya jubilado en el cielo o porque tomaron la imagen de las representaciones de Júpiter o Zeus, como parece probable. En definitiva, como suele decirse, toman la anécdota por categoría, lo que apenas es un instante de Dios por Dios mismo, como si su encarnación aquí, en este planeta perdido en un lugar cualquiera del brazo de Orión, durante tan sólo 33 años, fuera lo más importante que ha hecho Dios en todo su existencia.



Naturalmente, no ignoro que hay un problema de partida más grande, que es cómo un Dios inmutable se puede encarnar en un hombre, y otros mil rompecabezas que los cristianos han estado examinando durante siglos al querer hacer compatible un  dios salvífico con un dios perfecto, pero aquí sólo quería referirme a este curioso aspecto de la iconografía.

Por cierto, al parecer Jesucristo, en caso de haber existido, no podría haber llevado barba y por eso, si no recuerdo mal, en las primeras representaciones (no sé si hasta el siglo IVo V) era mostrado imberbe. La cruz, por otra parte, fue un signo tardío, pues los primeros cristianos usaban otros símbolos, como el pez, y preferían ver a Jesucristo de una manera más amable, como un pescador o un pastor.

Se cree que esta es una representación de Jesucristo


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