Creadores y desmitificadores

[Nota 2019: esto son unas notas privadas, poco antes de estudiar Filosofía en la universidad]

CREADORES         DESMITIFICADORES          DESMITIFICA_DESMITIFICADORES
platónicos            epicúreos
estoicos                                                         escépticos
aristóteles                   algunos sofistas y los cínicos
Demócrito                                                            Sócrates
Pitagóricos                                                           algunos sofistas

Como esta concepción de la evolución cultural me parece interesante, intentaré desarrollarla. Primero quiero señalar que en los tres grupos del gráfico hay cosas buenas y cosas malas.

El primer grupo es el de los creadores. Sus concepciones tienen un carácter eminentemente dogmático -lo que no impide que algunos sean tolerantes, especialmente Demócrito-, debido precisamente a su intención de crear un sistema sólido. A veces uno de estos creadores puede ser discípulo de un desmitificador de los desmitificadores, como Platón respecto a Sócrates.

Pero, para no utilizar esta terminología confusa y posiblemente errónea, cambiaré los nombres. La cosa queda así:

Sistematizadores         Relativistas             Escépticos

Naturalmente, no utilizo estos terminos buscando su sentido literal, por lo que cualquier discusión lingüística me parece inútil.

Por ‘sistematizadores’ entiendo aquellos pensadores que a partir de datos u opiniones pretenden costruir un sistema más o menos coherente, que pueda explicar la realidad o ayudar a comprenderla. Por ‘relativistas’ entiendo aquellos que creen que es imposible pronunciarse sobre cualquier cuestión, aquellos que, como el escéptico Pirrón de Elis, opinan que «tanto las sensaciones como los juicios nos equivocan; que todo es indiferente e indecible, y que no se puede tener opinión ni preferencia: «su estado mental es el de epojé, donde ni se afirma ni se niega nada».

Por ‘escépticos’ entiendo aquellos que, más que nada, se ciñen a la etimología de la palabra (repito que esto lo hago por comodidad, no es mi intención meterme en cuestiones lingüísticas), pues escéptico significa ‘el que indaga’. Es decir, los escépticos saben que no existe una Verdad absoluta (como ingénuamente creen los seguidores de Pirrón), es decir, que sólo existen verdades parciales y provisionales (en la ciencia) y, por lo demás, visiones de conjunto que no son ni verdaderas ni falsas, pero que nos ayudan a orientar nuestra acción en el mundo (todo esto lo he sacado de la Enciclopedia Salvat).

He buscado otro término diferente para este tercer grupo (los escépticos) para eliminar la confusión de que la mayoría de los escépticos griegos pertenecen al grupo de los relativistas) pero no he hallado ninguna mejor. Creo, sin embargo, que sistematizadores, relativistas y escépticos son términos fácilmente comprensibles.

Algunas puntualizaciones: los nombres de los tres grupos sólo tienen -ya lo he dicho- un carácter aproximativo, es obvio que los escépticos, e incluso los relativistas pueden ser creadores y que estos pueden ser escépticos o relativistas en mayor o en menor medida. También puede darse el caso de que un relativista haya sido escéptico o cualquier otra combinación, o que sea ambas cosas, por extraño que parezca.

Por ejemplo, si Demócrito hubiese vivido más tarde, posiblemente yo lo incluiría en el grupo de los escépticos, pues Demócrito era antes que nada un indagador, pero en su época había pocos precedentes que examinar (los eleatas, los pitagóricos y los milesios).

Vuelvo al gráfico, incluyendo más nombres:

SISTEMATIZADORES
Platón
Aristóteles
Estoicos
Demócrito
Pitagóricos

RELATIVISTAS                                                 ESCÉPTICOS
Epicúreos                                                             algunos cínicos
Escépticos                                                            algunos sofistas
algunos sofistas                                                  Sócrates
algunos cínicos

He de señalar que aquí, como se ve, sólo me refiero a la época antigua y que las flechas no tienen ningún significado cronológico, pues es evidente que Sócrates, por ejemplo, es anterior a Aristóteles y Epicuro.

A trancas y barrancas voy avanzando en la definición de estos tres grupos. Se podría decir que ahora no hago más que recopilar datos. Más adelante intentaré ordenarlos de manera más coherente.

Por el momento voy a intentar explicar por qué he incluído a quienes he incluído en cada grupo.

Yo mismo no estoy seguro de que mi clasificación sea correcta y quizás rectifique.

Primero, para eliminar desde ya las confusiones -aunque ya está bastante explicado- explicaré por qué incluyo a los escépticos seguidores de Pirrón en el grupo de los relativistas. Los escépticos pirronianos, dice Mosterín, opinaban lo siguiente:

«No podemos decir lo que son las cosas en sí, sólo lo que son en relación a nosotros, como representaciones nuestras. Por tanto, hay que suspender el juicio sobre lo que las cosas sean efectivamente y con independencia de nosotros. Esta suspensión del juicio se llama epojé y costituye el primer paso hacia la sabiduría. De la epojé se sigue la aphasia, la abstención de afirmar o negar, en definitiva, el silencio. Esta epojé y esta aphasia, este abstenernos de enjuiciar y de asertar, acaba por eliminar de raíz las inquietudes, los temores, los problemas, conduciéndonos a la impasibilidad, a la calma, a la tranquilidad anímica (ataraxía) en que consiste la felicidad.»

Y también dicen:

«El fin escéptico consiste en la calma (ataraxía) respecto a las opiniones, y en el equilibrio de las pasiones… A la suspensión del juicio sigue felizmente la calma de las opiniones». Disueltos los problemas que atormentaban nuestra mente, ésta descansará en el silencio, en la calma, en la felicidad».

Como se ve, el escepticismo pirrónico tiene muchos puntos de contacto con el zen, aunque el zen cree que no pensando se llega a comprender, mediante la iluminación, la esencia del universo. Aunque de esto hablaré más adelante, he de admitir que los escépticos pirrónicos merecen mucho más respeto que sus modernos paralelos. También el escepticismo explica de manera no mística algo que el zen pretende explicar misticamente.

Hay grandes aciertos en las opiniones de los escépticos griegos (que a veces merecen integrase en el grupo de los ‘escépticos’). Decía Pirrón: «No postulo que la miel sea dulce, pero admito que parece dulce».

Un escéptico tardío, como Carnéades se halla más cerca del grupo de los escépticos que del de los relativistas.

«En definitiva, aunque ninguna representación es reconocible en el sentido estoico y ninguna es garantía de verdad, sin embargo, unas representaciones son más fidedignas que otras. En consecuencia, tampoco todas las opiniones son indiferentes. Unas opiniones son más probables o verosímiles que otras.»

Lo que demuestra que los escépticos no siguieron el camino marcado por Pirrón y decidieron suspender la suspensión del juicio.

Por ello, rectifico:

RELATIVISTAS                  ESCÉPTICOS
algunos escépticos            Carnéades y otros escépticos

Naturalmente, si alguien me demuestra que todos los escépticos opinaban como Carnéades, los incluiré en el grupo de los ‘escépticos’.


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2 Comments

  • neuer

    Sigo. No creo que nadie discuta que los autores que he incluído en el grupo ‘sistematizadores lo son realmente.

    También utilicé para definirlos la palabra ‘creadores’, pero ello crearía cierta confusión, pues también pueden considerase (lo son) como creadores a Sócrates o a un maestro zen. Estuve tentado de usar la palabra ‘dogmáticos’, pero la deseché por la connotación peyorativa, que haría justicia a muchos de ellos, como Platón, pero sería un agravio injustificado para otros. No obstante, es curioso que Mosterín explica que los pirrónicos eran la oposición a la filosofía dogmática, especialmente la de los estoicos, que se creían en posesión de la Verdad.
    Esto demuestra que mis ideas no son originales, lo que, en vez de preocuparme, me reconforta.
    Ya he dicho antes, sin embargo, que Demócrito podría ser incluído en el grupo de los ‘escépticos’; curiosamente, de nuevo Mosterín habla de Demócrito como de un precursor de los escépticos griegos.
    No voy a ocultar que Demócrito es el filósofo griego que más admiro, a pesar de que sólo se conservan escasos fragmentos de su vasta obra. Me gusta su honestidad y su confianza en la razón. Pero en otro momento hablaré de él.
    Platón es sin duda un gran filósofo y su filosofía es la primera visión exhaustiva de todos o casi todos los problemas de la realidad (si no tenemos en cuenta que sin duda Demócrito se anticipó a él, pero debido a la pérdida irremediable de sus obras no puede afirmarse con absoluta certeza. Quizá sea muy repetitivo si digo otra vez que Platón aconsejó destruir los escritos de Demócrito).
    Es un gran filósofo Platón, quizá tanto o más, nunca se sabrá, que su maestro Sócrates. Sus diálogos son deliciosos y muchos de sus argumentos fascinantes.
    Quiero insistir en el valor de Platón y su obra, aunque yo no comparto, quizá, el noventa por cien de sus ideas.
    De Aristóteles apenas sé nada, por lo que sería aventurado juzgarle. Los estoicos me interesan mucho: Séneca, Epícteto y Marco Aurelio, y comparto muchas de sus ideas, quizás tantas como rechazo en Platón, pero el diez por ciento restante de discrepancia es tan fundamental que difícilmente podría considerarme estoico. Sobre todo me aleja de ellos su dogmatismo extremo y el carácter militante de su filosofía, que los convierte en una especie de Iglesia (casualmente, son muchos sus puntos de contacto con el cristianismo). Sin embargo, Séneca se permite ciertas libertades y a menudo dice que él no es estoico, sino que coge de estos lo más acertado.
    En cuanto a los pitagóricos, es difícil distinguir entre la leyenda y la realidad, pero es evidente que seguían ciertos dogmas y que si el estoicismo era una iglesia, los pitagóricos eran una secta o cofradía semi-secreta.

  • neuer

    Este texto va de un lado a otro, empezando por los desmitificadores y acabando en un análisis de las escuelas griegas, por lo que es difícil de clasificar.
    Está lleno de apreciaciones que considero erróneas y precipitadas, nacidas muchas de ellas de la ignorancia. Comentaré algunas cosas.
    En lo que se refiere al primer asunto (los desmitificadores de los desmitificadores) sigo estando más o menos de acuerdo con el punto de vista defendido.
    Las opiniones acerca del escepticismo son bastante precipitadas, como se ve en el mismo texto cuando rectifico algunas opiniones.
    La clasificación de tendencias griegas tiene cierta similitud con una de Brentano que se refiere a toda la historia de la filosofía. Creo que soy injusto en alguna ocasión con los epicúreos y posiblemente con el escepticismo pirrónico. De todos modos las clasificaciones de las escuelas escépticas no son fáciles, aunque se suele admitir la que distingue entre los académicos y los pirrónicos.

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