-
¿Bichos en política?
La diferencia más clara entre animales y bichos es que a los animales hay que tratarlos más o menos bien, incluso muy bien si son nuestras mascotas, mientras que podemos aplastar a los bichos. Cuando queremos matar, liquidar o destruir a un enemigo, lo primero que hacemos es convertirlo en un bicho. ¿Cree el lector que exagero?
-
El nacionalismo cambiante
Cuando los nuestros alcanzan un cierto número, surge el nacionalismo, que puede ser de una ciudad, como lo era en Atenas o Esparta, de una nación o comunidad sin estado, como Cataluña o Flandes; de un reino o una república, como España o Francia; de un Imperio, como China, la Francia napoleónica o la Unión Soviética, Gran Bretaña o Estados Unidos. Cuando descubramos vida extraterrestre, inventaremos en el mismo instante el nacionalismo terrícola y probablemente nos unamos en un superobjetivo: combatir a los alienígenas. Pero quizá, más que de nacionalismo, sea mejor hablar de reacciones de identificación, la sensación de pertenencia a una comunidad, la creencia en una identidad diferente…
-
Lo peor de lo malo (el procés catalán)
Que se celebre o no un referéndum en Cataluña es una cuestión que no me interesa demasiado, excepto porque la propuesta del gobierno catalán para celebrar ese referéndum es a todas luces absurda e injusta. Ni la manera de convocarlo ni la participación en esa farsa puede autorizar a nadie a decir que se ha escuchado la voluntad de los catalanes. Pero, excepto por esta cuestión derivada, el asunto del referéndum no me inquieta en exceso. Puedo entender que haya personas que están a favor de celebrar una consulta, un verdadero referéndum, legal y en el que participen en igualdad de condiciones todos los catalanes y con todas las garantías…
-
La identidad nacional
«Lark, Alondra, Pastecca, Vania, etc.: me gusta ser tantos con tal de no ser yo.» Iván Tubau Ahora que el estado nación se empezaba a disolver en Europa en algo mucho más grande que acoge a todos estos países; ahora que empezaba a surgir un sentimiento de identidad más amplio, asociado a ser europeo, y no español o francés o italiano, descubrimos de nuevo una multiplicación de la identidad, y vuelven a surgir nacionalismos y tradicionalismos más pequeños. Se convierte en una obsesión el construir naciones dentro de las naciones, identidades que se multiplican como en una pesadilla de espejos. Nos vemos de nuevo en un mundo de identidades multiplicadas…
-
El legado de Europa
Hace poco (escribo esto en 2004) se ha publicado un libro de Stefan Zweig llamado El legado de Europa. Se trata de una colección de artículos que escribió en los últimos años de su vida, algunos poco tiempo antes de suicidarse. Uno de los textos más emocionantes es el que dedica a su viejo amigo Montaigne, a quien ya dedicó una deliciosa biografía. Zweig recuerda en estos textos últimos la Europa en la que creció, la del Imperio Austrohúngaro. Y lo curioso es que, aunque a primera vista pueda parecer sorprendente, la recuerda con nostalgia. Porque lo cierto es que el imperio del viejo emperador Francisco José era un paraíso…