[email protected]

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Elisa
El (no tan) demócrata Tucídides
Zenón de Elea | ¿Existe el movimiento?
Tucídides y el culto a los grandes hombres
Las lecciones de la experiencia
Los otros escépticos de la India
Los koans del escepticismo
Edipo y Stefan Zweig
Difícil de creer

Conócete a ti mismo y a tu enemigo

Dice el maestro Sun:

«Conócete a ti mismo y al enemigo y no serás vencido en cien batallas».

Esta era la cita favorita de El arte de la guerra para Mao Zedong.

Un ejemplo de cómo se aplicó en China podría ser una de Las 36 estratagemas chinas conocida como «La ciudad vacía». La acción tiene lugar al menos medio milenio después de la época de Sunzi, durante la época de los los Tres Reinos (222 a 263).

El estratega Zhuge Liang, que se encontraba con un pequeño destacamento en una fortaleza, vio llegar a un ejército enemigo descomunal. Era obvio que no podría defender la ciudad ni enfrentarse a su rival con garantías de éxito, pero entonces ideó una estratagema. Ordenó que se abrieran de par en par las puertas de la fortaleza, que los soldados se ocultaran y que algunos de ellos se vistieran como ciudadanos civiles y se pusieran a barrer con despreocupación las calles de la ciudad. Mientras tanto, él subió a lo alto de la muralla y allí se puso a tocar el laúd entre nubes de incienso.

Cuando los espías de su rival vieron aquello y se lo contaron, el Mariscal ordenó a su ejército dar la vuelta y alejarse de allí cuanto antes. La razón era que conocía demasiado a Zhuge Liang, apodado el Dragón Dormido, y sabía que nunca hacía nada al azar, por lo que pensó que aquello escondía una emboscada que podría ser fatal para su poderoso ejército.

Zhuge Liang toca el laúd chino en lo alto de la fortaleza

Una curiosa paradoja es que si hubiese sido otro el que dirigiera las tropas, alguien menos experto y que apenas conociera a Zhuge Liang, es probable que la estratagema hubiera fracasado. El hijo del Mariscal enemigo insistió en que Zhuge Liang no les estaba preparando una emboscada, sino tan solo un engaño para esconder su debilidad. Pero el mariscal Liang conocía tan bien a Zhuge Liang y sus increíbles artimañas que no quiso arriesgar a todo su ejército cayendo en una trampa. Esto muestra que, como decía Wang Li, el Maestro del Valle del Demonio, el conocimiento de la psicología de los demás es una de las habilidades supremas del estratega: la misma estratagema puede triunfar o fracasar según sea la persona a la que se dirige.

Un ejemplo más actual de esta estratagema podemos verlo en un terreno muy diferente: en el partido de fútbol que enfrentó a Francia e Italia en la final del mundial. El jugador italiano Materazzi demostró conocer la psicología de su rival, Zidane, y fue capaz de alterar el ánimo de este gran estratega del fútbol y provocar su expulsión en  un momento crítico del partido, lo que es muy probable que causara la victoria final de Italia. Lo cuento con más detalle en Zinedine Zidane y la tragedia griega.


El arte del engaño


 


Defiende lo que nadie ataca, ataca lo que nadie defiende Tácticas 2

Defiende lo que nadie ataca, ataca lo que nadie defiende Tácticas 2

Dice el maestro Sun: «Defiende lo que nadie ataca» y «Ataca lo que nadie defiende». Sunzi no es partidario de atacar las ciudades fortificadas ni aquellos lugares en los que…

Para atrapar algo, antes déjalo escaparTácticas 3

Para atrapar algo, antes déjalo escaparTácticas 3

Una de las 36 estratagemas chinas dice: «Para atrapar algo, déjalo escapar» Sunzi, también recomienda que no se ataque a un enemigo acosado, porque entonces luchará hasta la muerte. Es…

El arte del engaño de Steve Jobs

El arte del engaño de Steve Jobs

  «La guerra es el arte del engaño. Por lo tanto, si eres capaz, finge incapacidad. Si estás preparado, finge no estarlo. Si estás cerca, finge estar lejos. Si estás…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Conócete a ti mismo y a tu enemigo