Procrastinación a Go-Go

|| Una cita con las musas /13

José Luis Casado, en M21 Radio, presenta Madrid con los cinco sentidos, con la sección de Daniel Tubau “Una cita con las musas”… Aquí puedes escuchar Una cita con las musas, en un programa en el que José Luis Casado y Daniel Tubau hablan de la procrastinación y su remedio: la procrastinación a go-go…


 

TRANSCRIPCIÓN

JLC: Hoy no te escapas, Daniel, porque ya llevas dos semanas prometiéndonos que nos ibas a contar un método para luchar contra la procrastinación, pero al final siempre procrastinas, es decir, que te inventas una excusa para no contarnos tu método.
DT: Pues sí, esta vez no me escaparé. Eso sí, antes de explicar ese método, vamos a recordar a los oyentes o a contárselo a quienes no escucharon los dos programas anteriores que la procrastinación es ese fenómeno que nos sucede a todos que hace que encontremos cualquier otra tarea que hacer con tal de no hacer la que tenemos que hacer sí o sí.

JLC: En efecto, y vimos que una manera de vencer esa procrastinación, de no posponer las cosas, consistía en aceptar hacer las cosas mal.
DT: Sí, ese sería un primer método. En vez de intentar hacer esa tarea tan descomunal o que tanto nos asusta y hacerla bien desde el principio, es muy bueno hacerla de cualquier manera, hacerla mal, en definitiva, pero, digamos, de principio a fin. Si nos piden hacer un informe y todavía no sabemos cómo encararlo, pues lo hacemos de cualquier modo, inventándonos la mitad de las cosas. Si nos piden escribir un sketch, lo escribimos sin ninguna gracia, lo que Vorhaus llamaba chistoides, algo que casi parece un chiste pero que no tiene ninguna gracia. Por cierto, también Darwin empleaba un método semejante.

JLC: Ah, vaya eso sí que es una autoridad de peso.
DT: Sí, quizá el científico más influyente de la historia, con permiso de Newton y Einstein. Pues bien, Darwin, que era no solo un científico asombroso sino también una persona admirable en muchos sentidos decía en sus deliciosas memorias: 

«Parece que hay una especie de fatalidad en mi mente que me induce a empezar expresando de forma equivocada o torpe mis afirmaciones o proposiciones. En otro tiempo, solía pensar las frases antes de escribirlas, pero desde hace varios años he descubierto que ahorro tiempo garabateando páginas enteras con la mayor rapidez posible y con malísima letra, abreviando la mitad de las palabras, y corrigiéndolo luego pausadamente. A menudo, las frases escritas aprisa de este modo son mejores que las que pudiera haber escrito tras larga meditación.»

Como se ve, también Darwin era partidario de hacer las cosas mal y cuanto antes.

JLC: Claro, de esa manera perdemos el miedo que nos paraliza y que nos hace buscar excusas. Bien, pero vamos con tu método personal…
DT: Sí, enseguida, porque antes hay que recordar que un segundo método para vencer la procrastinación, que propuse la semana pasada consiste en ponerse plazos y conseguir creer en esos plazos. Si logramos que el plazo nos lo ponga otra persona, pues mejor que mejor, pero si no nos lo pone alguien, tenemos que ir entrenando la autodisciplina y ponernos al menos esos plazos para hacer mal las cosas primero y después para ir revisándolas hasta llegar a la fase final plazo a plazo. Aquí se podría recordar aquello que decía Skip Thorne: “Es el mayor de los errores no hacer nada por querer hacerlo todo”. ¿Qué solo podemos dedicar 15 minutos a aprender chino en vez de la hora que sería ideal? Pues dedicamos 15 minutos y no pasa nada. Muchos quince minutos juntos hacen horas, y además parece que el estudio breve pero continuo es mejor que el intenso pero ocasional.

JLC: Y ahora sí que sí, nos tienes que contar tu método personal.
DT: Bueno, pues resulta que en cierto modo ya lo he contado, o al menos lo he aplicado. Este método que yo uso y que me va de maravilla, lo llamo “Procrastinación a Go Go”.

JLC: Ah, bonito nombre, un poco viejuno pero con gracia.
DT: Sí, es como quien dice “Procrastinación a mansalva”. Consiste en que en vez de acabar con los motivos para procrastinar, lo que se hace es añadir más motivos.

JLC: Pero eso, así como lo cuentas parece una locura, ¿no?
DT: Sí, ya dije que no es un método apto para todos y que es como esos experimentos que advierten “No intente hacerlo usted en casa”. Pero yo puedo dar fe de que es muy efectivo. Consiste en que, en vez de intentar no distraerte con otras cosas, lo que tienes que hacer es trabajar activamente para tener más y más cosas con las que distraerte.

JLC: Pero eso parece contraproducente, porque ¿si tienes más cosas que hacer cada vez, entonces cómo vas a hacer eso que tenías que hacer?
DT: Claro, parece absurdo. Pero el truco es que esas cosas con las que procrastinas en realidad son cosas que también te resultan útiles, cosas que también tienes que hacer. Tienes que pensar en cosas que tienes que hacer, confeccionar una lista. Algunas serán urgentes, otras no tanto, pero al fin y al cabo las vas a tener que hacer. Por ejemplo, en mi caso: yo tengo que preparar un curso de guión que voy dar en Cuba, pero también tengo que corregir las pruebas finales de un libro que he escrito y que se publicará en mayo, pero también tengo que escribir una novela histórica, y además tengo que pintar varias ventanas de mi casa, y además tengo que preparar nuestras próximas citas con las musas.

JLC: Pues sí que tienes que hacer cosas…
DT: Y algunas más: tengo que ver varias películas y series porque como profesor de guión debo conocer las novedades, tengo que leerme algún libro acerca de la creatividad y tengo que leerme algún otro libro simplemente porque me apetece. En definitiva, la procrastinación a go go funciona especialmente cuando tienes que hacer muchas cosas. Una vez que has hecho la lista de cosas, la tienes que tener siempre a mano para que, cuando te asalte el deseo de procrastinar, no lo hagas a tontas y a locas: miras la lista, piensas cuál de esas tareas es la más apetecible y te pones a hacerla, y así, cada vez que tienes el deseo de procrastinar, de librarte de lo que estás haciendo, te escaqueas, sí, pero hacia otra tarea que en el fondo también tienes que hacer. Al final incluso sucede que para librarte de una de esas tareas, miras la lista y de pronto te apetece escaparte, escaquearte, haciendo precisamente eso que era tan urgente y que no te apetecía hacer.

JLC: Bueno, pues me lo apunto y ya te diré si me funciona.
DT: Lo importante, según he descubierto es que esas cosas tienen que ser lo más diferentes posible. Cosas que se hagan de distinta manera, en distintos lugares, que ocupen distintos sentidos, etcétera. No es lo mismo leer un libro en un sillón que en la pantalla del ordenador o que escuchar el libro en tu móvil mientras paseas. Ese cambio de estilo y de actividad es muy refrescante, te permite escapar de la rutina. Insisto en que se trata de cambiar de estilo, de actividad. Por ejemplo, como he dicho, no es lo mismo leer un libro impreso que leerlo en una pantalla, por lo que a veces recuperamos fuerzas simplemente cambiando la silla frente al ordenador por un cómodo sillón en el que leer un libro. En cualquier caso, como se ve también conviene planificar las tareas de la procrastinación a go go para que sean diferentes de alguna manera. Pero de eso hablaremos en otro programa. No en el próximo, pero sí en otro.

JLC: Una última duda, ahora que ya has contado el método de la procrastinación a go go. Antes dijiste que cuando en estas últimas semanas, al posponer la aplicación del método, ya lo estabas aplicando, a qué te referías…
DT Me refería a que en las últimas semanas he procrastinado a go go, porque no he contado lo que tenía que contar, la procrastinación a go go, pero sí he contado otras cosas que de todos modos tendría que contar tarde o temprano. He procrastinado de la tarea principal cumpliendo otras tareas también necesarias.

JLC: De acuerdo, ya lo entiendo. Bueno, pues supongo que también nos contarás más adelante eso que haces de escuchar libros, que es algo que sé que practicas y que al parecer te gusta mucho.
DT: Pues sí, es una de mis grandes aficiones. También hablaremos de eso en otra cita con las musas.


RECOMENDACIÓN CREATIVA
Historia de mi vida
Charles Darwin

JLC: ¿Y qué libro nos recomiendas hoy, Daniel?
DT: Puesto que hemos hablado de las memorias de Darwin, voy a recomendar precisamente ese libro, porque en él se descubre a una persona muy creativa, que combinaba a la perfección la imaginación con la observación, la investigación y la verificación, que siempre son necesarias en cualquier proceso creativo.

JLC: Es decir, que recomendamos no su gran libro El origen de las especies sino esta autobiografía…

DT: Sí, Darwin cuenta en el libro que escribió sus memorias por encargo de un editor alemán, pero pensando que podrían resultar interesantes para sus hijos. Por eso, estas memorias están escritas de una manera muy sencilla y muy sincera, con verdadero encanto. Aquí cuenta muchas cosas interesantes relacionadas con su vida de investigador y con su teoría de la evolución, que es curiosamente, una idea sencilla una vez que se conoce y que casi propuso su abuelo Erasmus Darwin. Pero muchas veces la creatividad y la invención consiste en fijarse en algo que todos pueden ver pero que a nadie le parece importante.

JLC: ¿A qué te refieres?
DT: A que Darwin observó la selección artificial que siempre hemos hecho con los animales, por ejemplo al seleccionar razas de perros, palomas y vacas y se preguntó si no podría haber también una selección que no fuera artificial, sino natural: la selección natural.

JLC: Pero su autobiografía no es un libro para científicos.
DT: No, más bien nos sirve para conocer a un hombre muy interesante, que cuenta por ejemplo ese método de trabajo que ya hemos visto, de escribir sin pensar, de mala manera, sin querer hacerlo bien. También cuenta, por ejemplo, que en su juventud leía novelas, asistía al teatro y escuchaba mucha música y que dejó de hacerlo debido a la obsesión por sus investigaciones, pero que se arrepentía, porque haber dejado esas cosas suponía una pérdida de sensibilidad. También dice con ironía que quizá sería bueno que los científicos se murieran a los 60 años, para que se aceptaran las nuevas ideas, algo que en su época era mucho más cierto que ahora, creo.

JLC: ¿Y dónde podemos encontrar esta Autobiografía de Darwin?
DT: Se ha publicado en distintas editoriales, como en Alianza, pero es recomendable buscar la edición de la editorial Laetoli de 2009, porque resulta que la Autobiografía que se publicó fue censurada por la familia de Darwin y aquí está la versión íntegra.


UNA CITA CON LAS MUSAS

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