[email protected]

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau

Galería

Los otros escépticos de la India
Los koans del escepticismo
Edipo y Stefan Zweig
Difícil de creer
Carnéades y tus dos amigos gemelos
Al principio fue el misterio
Una filosofía mundana creada por un dios
Los demonios escépticos de la India
El escepticismo perseguido y subterráneo

Ocurrencias de un enfermo

Ocurrencias de un enfermo, 1996
Ocurrencias de un enfermo, 1996

Una vez que estuve enfermo y me resultaba difícil salir a la calle, me pasaba los días en mi casa de Sambara de Madrid. Pensé en aprender cosas de mi enfermedad y, forzado por las circunstancias, me apliqué el dicho de Baltasar Gracián:

«Hay que hacer de buen grado y con placer aquello que no tienes más remedio que hacer»

Busqué un cuaderno y comencé a escribir Ocurrencias de un enfermo. El título procede de uno de mis libros favoritos,Tsurezuregusa (Ocurrencias de un ocioso o Las horas ociosas), de Kenko Yoshida.

 Además de pensar sobre mi enfermedad pulmonar y anotar mis ocurrencias y mis dolencias, investigué acerca del asunto, porque siempre, incluso antes de conocerlo, he aplicado el consejo de Confucio que más le gusta a mi amiga Ana: «Aprender sin pensar es inútil y pensar sin aprender es peligroso». Uno no debe limitarse a reflexionar en el vacío, porque eso lleva a confundir deseos con realidades y sueños con certezas. Pero tampoco se debe limitar a acumular conocimientos sin más, sin procesarlos o analizarlos.

La primera anotación en ese cuaderno de enfermo fue esta:

En el atardecer, escribo en la terraza. Los pájaros juegan a perseguirse en el cielo y gritan, supongo que de alegría.
La mayor diferencia entre estar sano y estar enfermo es que el enfermo es mucho más consciente de su cuerpo.
Así que estar sano es una cosa poco perceptible: consiste en que tu cuerpo funcione tan bien que no notes que existe.
Por eso es más fácil darnos cuenta de que estamos enfermos que de que estamos sanos: el cuerpo nos avisa, haciendo notar su presencia.

                                                       


Ocurrencias de un enfermo

Más sobre Kenko Yoshida en el…

CUADERNO DE JAPÓN

ESCRITO EN EL CIELO Y EN NINGÚN LUGAR

En noviembre de 1997 me di cuenta de que iba a viajar durante varias semanas a diversos lugares del mundo: Barcelona, París, Madrid, Bogotá, Quito, Lima, Cuzco, lo que me obligaría a pasar mucho tiempo en salas de espera, andenes, LEER MÁS

Teorías sobre mis enfermedades

Es una gran tentación encontrar una explicación para mi salud y mis enfermedades: "No te cuidas", "Abusas de ti". O lo contrario: "Te dejas llevar por el desánimo, "Las creas psicosomáticamente". Todas son explicaciones maravillosas, pero me temo que son LEER MÁS

Placeres solitarios de Tachinaba Akemi

En la revista Esklepsis tenía una sección que se llamaba El espejo, en la que ponía textos de otros autores. La sección estaba encabezada por una cita de Tachibana Akemi: Es un placer Cuando, en un libro que examino al azar, Encuentro a LEER MÁS

2 Comentario
  • Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Ocurrencias de un enfermo