Mentiras y verdades peligrosas

georg-christoph-lichtenberg

Un aforismo de Lichtenberg que me recuerda uno de mis favoritos de Chesterton:

«Las mentiras más peligrosas son verdades medianamente deformadas»

La cita de Chesterton:

«El error es una verdad que se ha vuelto loca»

En Las paradojas del guionista empleé la sentencia de Chesterton para explicar una de mis paradojas: «Todos los métodos son buenos, incluso los malos»:

«Chesterton se refería a que una verdad surge para explicar un caso concreto, para solucionar un problema aquí y ahora. Cada vez que nos enfrentamos a un nuevo problema debemos mirarlo en sí mismo, examinarlo atentamente y buscar las soluciones adecuadas. Y no aplicar como una plantilla fija o una receta soluciones que sirvieron para otros problemas pero que tal vez no sirvan para el que tenemos que resolver ahora. El error es una verdad que se ha vuelto loca porque era válida en su campo de aplicación, pero ha enloquecido al querer aplicarla a cualquier cosa. De este tipo de verdades son las teorías reduccionistas, es decir, las que reducen todo a una idea única, por ejemplo, las que quieren explicar el comportamiento humano en función de un único factor: «Todo es sexo», «Todo es ansia de poder», «Todo es economía»,«Todo son genes egoístas». Este tipo de reduccionismo abunda también entre los teóricos del guión».

Del mismo modo, como señala Lichtenberg, hay que temer, más que a la mentira, a las verdades medio deformadas, que a menudo vemos tras todo tipo de abusos y justificaciones de la violencia, el odio y el fanatismo. Mucho de lo que dicen quienes proponen tales cosas es cierto, pero la pequeña deformación es lo que lleva al crimen.

Pierre Bayle menciona un ejemplo en su Diccionario Histórico-Crítico: la interpretación que hizo Agustín de Hipona del pasaje en el que Jesucristo cuenta la parábola del hombre que, al no acudir sus amigos a su banquete, ordena a su sirviente a  «salir por caminos y cercas» para forzar a quienes encuentre a entrar en su casa, así su banquete tendrá invitados. A partir de esta parábola, Agustín de Hipona y el emperador Teodosio justificaron la violencia en la Iglesia, que estaba legitimada desde entonces a emplear la fuerza para aumentar el número de sus fieles. ¿Es la del banquete una de las parábolas de Jesucristo? Por supuesto. ¿Quiere decir esa parábola lo que Agustín interpreta? Con casi total probabilidad, no. ¿Si fuese correcta esa interpretación, eso justificaría el uso de la violencia por parte de la Iglesia? Sin la más mínima de las dudas, no. Pero a lo largo de la historia miles de crímenes se han cometido con argumentos más débiles, pero convincentes para quien esta dispuesto a aceptar que sus verdades se vuelvan locas. Y todavía se cometen.

********

 [Citado en 2004, comentado en 2013]

 ******************

Todas las entradas de filosofía en Cuaderno de filosofía

Lichtenberg

[wpts_matriz boxwidth=’90’ category=’2780′  posttype=» taxonomy=» posts=’30’ limit=’30’ order=’ASC’ boxstyle=’6′ buttoncolor=’nobutton’ titlesize=’12’ contentsize=’11’ titlefont=’default’ contentfont=’default’ prd=» showtitle=’1′ showexcerpt=’1′ showimage=’1′ masonry=’1′]

[Publicado el 17 de junio de 2004]

wasteweb

[pt_view id=»79d0a5cd92″]

 *******

Casa del Libro
Amazon

Si buscas entradas relacionadas con mi otro libro El guión del siglo 21, el futuro de la narrativa en el mundo digital, puedes visitar la página El guión del siglo 21.

**********

Las 38 paradojas y alguna más

[wpts_matriz boxwidth=’90’ category=’4741′ posttype=» taxonomy=» posts=’30’ limit=’30’  order=’ASC’  boxstyle=’1′ buttoncolor=’nobutton’ titlesize=’15’ contentsize=’11’ titlefont=’default’ contentfont=’default’ showtitle=’1′ showexcerpt=’0′ showimage=’1′ masonry=’1′]

 

 

Leave a Reply