A veces me quedo atascado resolviendo algún problema estético o técnico relacionado con la página, pero resulta más estimulante perder tiempo en esas cosas si también de vez en cuando, como ahora, puedo poner nuevos contenidos.

Ya he recibido dos mensajes: el primero de Ana, el segundo de Iván.

No sé cómo llamar a la sección de comunicación con otras personas. Le doy vueltas a palabras relacionadas con el eco, con un mensaje en una botella (una página web es un mensaje lanzado a un mar eléctrico que quizá alguien encuentra y lee), pero no acabo de tenerlo claro. Por el momento, llamaré a eso Mensajes recibidos. 

(8 de mayo de 2003)

2022

Ese contenido que he subido y al que me refiero, no sé muy bien cuál era. Tal vez algún ensayo, que aparecerá en próximas entradas.

Tampoco sé si podré recuperar aquellos mensajes de Ana e Iván. Supongo que no, porque todo mi contenido web antiguo se ha perdido. Más de cincuenta blogs. Conservo mucho en alguna copia de seguridad, pero ignoro cuánto se habrá perdido.