Reflexiones trasnochadas en el origen de los blogs (2004)
No sé si recuerdas que hace unos meses dudaba si llamar a esto weblog, bitácora, diario digital o cuaderno eléctrico. No me gusta weblog o bitácora por varias razones.

Aunque tienen corta vida, los weblogs ya tienen toda una normativa y no sé si cumplo los requisitos.
Muchas páginas web y weblogs parecen plataformas ideológicas de combate, y a mí lo bélico no me va, y menos cuando se forman grupos de presión o influencia, que son algo así como los lobbys económicos estadounidenses pero anti.
Así que, descartado weblog, ahora dudo entre cuaderno y diario.
Fechar las entradas como un diario es útil porque ayuda al visitante a saber si ya ha leído algo o no. Pero lo malo es que las fechas dan a las páginas web cierta apariencia de periódico. A nadie le interesa un periódico atrasado. Esa caducidad se contagia a menudo a los weblogs.
La manera misma en la que se ordenan las entradas, con la última fecha siempre al principio, también alienta esa fugacidad, además de resultar muy confuso para un visitante que llega por primera vez a un diario y se lo quiere leer más o menos en orden. A mí no me gusta que alguien, llevado por el ansia de actualidad inmediata, se lea la entrada de hoy y no se haya leído la de ayer, porque quizá la de hoy es un desarrollo de la de ayer. Así que decidí hace tiempo ordenar mi weblog como un diario tradicional y poner al principio el primer día y al final siempre el último día. Los lectores que se conectan todos los días pueden saltar con un click al día actual usando el calendario.
Me gusta utilizar cosas que he escrito en otros diarios y en otras secciones de esta página aunque sean de hace meses, porque poner todas estas cosas en la red es una manera de ordenar mi propio cerebro (ya te habrás dado cuenta que no parece existir orden alguno en él).
Edgar Allan Poe decía que lo mejor para olvidar una cosa es escribirla, pero yo intento que no me suceda eso, así que intento volver una y otra vez sobre mis pasos. Por eso, cuando hablo de algo que tiene relación con otra cosa, pongo un enlace o vínculo.
¿La conclusión de estas reflexiones acerca de mi weblog?
- Que además de no llamarlo weblog tampoco lo voy a llamar diario. Por ahora lo voy a llamar cuaderno.
- Que los días se ordenan al contrario que en los weblogs (no he encontrado ni un sólo weblog que coincida conmigo en esto).
- Que las fechas ahora aparecen bajo el título de cada entrada y no sobre él.
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