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Elogio de Cicerón y crítica del academicismo actual
Ese terrible estilo de los académicos, que resulta fatigoso de leer, antipático incluso para los especialistas, a los que siempre se dirigen y a los que, se supone, pretenden impresionar, para obtener su validación.
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Anaxarco, el filósofo feliz triturado en un mortero
Alejandro lloraba al oír a Anaxarco hablar sobre la infinitud de mundos y, cuando sus amigos le preguntaron qué le sucedía, dijo: «¿No es digno de llanto el que siendo infinitos los mundos aún no hayamos llegado a ser los amos de uno solo?».
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Los grandes estrategas chinos también eran escépticos
Entre el año 700 y el 300 antes de nuestra era, en uno y otro extremo del mundo, en Grecia y en China, aparecieron un mismo tipo de pensadores, que cuestionaron las supersticiones y buscaron respuestas racionales a los problemas del ser humano y la sociedad.
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Pirrón de Elis y la indiferencia ante la muerte
Pirrón afirmaba que no había diferencia entre la vida y la muerte. Y cuando alguien le preguntó: «¿Por qué, entonces, no te mueres?». Respondió: «Porque no hay diferencia». En esta cita conservada por Estobeo se expresa la célebre indiferencia (adiaphora) de Pirrón ante todas las cosas. Algunos estudiosos sugieren que esta doctrina o manera de comportarse en la vida la aprendió del sabio indio Calano, al que conoció durante sus viajes con Alejandro Magno. Christopher Beckwith afirma que Pirrón tradujo al griego tres conceptos básicos del budismo, las marcas de existencia, y que la adiaphora o indiferencia sería la adaptación de la idea de anatta, la impermanencia de todas las…
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Carnéades y la alegría del incienso escéptico
«Los incensarios, aunque estén vacíos, guardan por mucho tiempo su aroma»